DERECHOS ANIMALES/GRANDES SIMIOS/Pedro Pozas “A los grandes simios la ciencia los reconoce como parte de nuestra familia de homínidos”

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Updated: diciembre 14, 2021

Pedro Pozas Terrados es el director ejecutivo del Proyecto Gran Simio y vicepresidente del Comité Internacional del Corredor Biológico Mundial. Un activista incansable en pro de los derechos de los grandes simios, de las selvas tropicales, de los pueblos originarios y de la biodiversidad en general. Un naturista formado de la semilla de Félix Rodríguez de la Fuente y un investigador incansable de la verdad en todos los frentes. Acaba de publicar sus dos últimos libros: “Los grandes simios y sus derechos básicos” y “Reflexiones de un simio”, que, precisamente, han sido presentados en BioCultura Madrid el pasado  día 14 de noviembre de 2021.
 
-¿Nos puedes hablar de tus dos últimas obras?
-En primer lugar quisiera agradecer a los organizadores de BioBultura el apoyo que siempre han tenido con el Proyecto Gran Simio y las charlas que he impartido en la feria, que, como su nombre indica, no sólo la cultura está en el buen comer de una forma ecológica, sino también en la cultura del saber y poder elegir en nuestras vidas nuestro rumbo sano en la alimentación y en la mente. Respecto al libro “Los derechos básicos de los grandes simios”, es una llamada  a la defensa de nuestros hermanos evolutivos los grandes simios, los cuales sus poblaciones están disminuyendo exterminadas por las actividades invasivas humanas y otra parte de ellos se encuentran cautivos en cárceles, siendo utilizados para el divertimento de nuestro ocio y el de nuestros hijos. Estas dos circunstancias son impropias de la dignidad humana y de civilizaciones avanzadas como creemos que es la nuestra. Consta de seis capítulos (Su linaje, Su hábitat, Sus cadenas, Su futuro, Sus derechos y Sus manifiestos). Es un llamamiento para poner en debate la importancia de esta lucha por sus derechos. Ha sido coordinado por mí, una obra en la que escribo alrededor de diez subcapítulos, pero también hay artículos de grandes figuras científicas, conservacionistas, animalistas, del mundo jurídico, periodistas y escritores. Ellos rompen esquemas y apoyan con sus palabras a los grandes simios y sus derechos avalando de esta forma la lucha en la que Proyecto Gran Simio lleva ya más de dos décadas trabajando de forma continuada.

-Ahora háblanos del otro libro recién publicado…
-En cuanto a “Reflexiones de un simio”, es un libro más personal pero también enfocado en la investigación y defensa del medio ambiente. Hablo sobre el cambio climático, sobre la COP 25 que se celebró en Madrid y de la que estuve presente al ser nombrado por Naciones Unidas como observador de la Sociedad Civil y que fue un fracaso como lo ha sido la COP 26 y las que vengan. También reflexiono sobre el Covid 19 y otros problemas sociales, no dejando a un lado a mis hermanos evolutivos los grandes simios. También hay un capítulo donde recojo todas mis participaciones últimas en prólogos de libros que me han pedido que escribiera y, cómo no, termino con un recuerdo a mi bella compañera que me dejó hace tres años para viajar por las estrellas del universo y donde la poesía es otra parte fundamental  de mis sentimientos. De hecho ya estoy preparando otros dos libros, uno de ellos solo de versos a la vida.

LIBROS NECESARIOS
-¿Por qué crees que ese tipo de libros es necesario?

-Porque creo en primer lugar que debemos informar a la gente que quiera conocer o para las generaciones futuras… Es importante dejar plasmado nuestros conocimientos. Son el diario de una experiencia que puede servir a otros como semilla para continuar la labor en la defensa del medio ambiente y en la protección de nuestra familia de los homínidos y del resto de las especies que habitan en nuestro planeta. En segundo lugar, porque la huella que cada uno queramos dejar en nuestro paso por la vida… intentamos que sea un pilar fundamental en el progreso de la humanidad. Y ese pilar tiene que estar reflejado en un libro, en una escultura, en una pintura… En definitiva es entregar la poca sabiduría que puedas tener a los demás para que el lector lo valore, lo tome o deseche… lo que crea conveniente.

 -¿En qué punto se encuentra hoy el asunto de los derechos de los grandes simios? ¿Se ha avanzado?
-Hemos avanzado muy poco a pesar de los estudios científicos que continuamente están saliendo sobre su comportamiento y capacidades cognitivas iguales a la de los seres humanos. En Argentina he sido parte en diferentes procesos judiciales que han llevado a reconocer a una chimpancé llamada Cecilia como persona no humana, aceptando la jueza el Habeas Corpus presentado y con una sentencia ejemplar que ha dado la vuelta al mundo y ordenando la salida de Cecilia que estaba en un zoo de Mendoza… al santuario del Proyecto Gran Simio en Brasil. Otro tanto ha pasado con la orangutana Sandra también por otra jueza considerada persona no humana y trasladada a un santuario de orangutanes en Estados Unidos. Actualmente hay más procesos en Argentina abiertos en este mismo sentido. No hay que olvidar que a los grandes simios (chimpancés, bonobos, orangutanes y gorilas) la ciencia los reconoce como parte de nuestra familia de los homínidos. En cuanto a España, no se ha avanzado prácticamente nada. Es cierto que, en 2008, el Congreso reconoció los derechos de los grandes simios en una proposición No de Ley y que se formularía una Ley en España que regular su protección. Pero a pesar de haber sido el primer Parlamento del mundo que aprobara y reconociera sus derechos y adherirse a los objetivos del Proyecto Gran Simio, nada se ha hecho al respecto. Sin embargo, con la creación en esta legislatura de la Dirección General de Protección Animal dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 y tras diversas reuniones con su director general Sergio García Torres, ya se ha agendado por la citada Dirección General para el año 2022… el legislar una Ley de grandes simios que sería única en el mundo, ley de la cual ya les hemos entregado un borrador con el cual poder trabajar. Es una esperanza, una luz por los grandes simios que espero no se disipe como en 2008.

LA EDUCACIÓN
-¿Estos asuntos deberían estar presentes en las escuelas? ¿Por qué no lo están?

-Por supuesto, debería ser fundamental para conocer el origen mismo de la humanidad. Tanto los grandes simios como nosotros, que también somos simios (de ahí el título de mi libro “Reflexiones de un simio”), procedemos de un mismo ancestro común y eso no se estudia en las escuelas o en los institutos salvo en raras excepciones donde existen educadores comprometidos. Lo mismo ocurre con los animales cautivos de otras especies que se encuentran igualmente encerrados en los zoos. No se les explican que ahí están sufriendo, que están aburridos, que no tienen nada que hacer y su vida es una amargura solo para el disfrute de los humanos para verlos. Hoy en día existen muchos medios para ver animales en su hábitat sin que tengamos que verlos en lo que yo llamo “cromos sin vida”. Las escuelas hoy  están alejadas de la naturaleza, de su sabiduría, del contacto con el medio y muchas incluso realizan excursiones precisamente a los zoos donde llevarlos y ese medio no es para nada educacional. No hay programas educacionales que les lleven a los niños a comprender la naturaleza en todo su esplendor. No hay interés para educarlos en el saber de la vida, solo en el saber de la memoria o del inglés, donde muchas veces al hablar sobre los seres vivos y los ecosistemas en las clases bilingües… aprenden sólo lo básico y no la profundidad que pueda llegarles al corazón y esa comprensión que deben tener en amar y respetar la vida natural en todas sus facetas, indispensable para el desarrollo y el bienestar de toda la masa biológica de nuestro planeta. No interesa educarse en ese sentido (hablo de los programas oficiales, no de lo que cada profesor les dé de forma particular). Detrás de la explotación de la naturaleza hay muchos intereses económicos.

-¿España es un país progresista o rancio en este sentido?
-Por el momento es rancio. Es progresista en algunos sectores muy reducidos. Pero en líneas generales no. Lo hemos visto de forma clara en la nueva Ley de protección animal nacional que quiere sacar la Dirección General de Protección Animal en este año y que ha sido por el momento parada, a pesar de haber pasado todos los pasos necesarios para llevarla al Congreso, por precisamente el poder de unos pocos colectivos como pueden ser los cazadores, ganaderos, los taurinos y las asociaciones de zoos. Colectivos que evidentemente ven en los animales un negocio y que han hecho que por parte del Ejecutivo de Sánchez sea paralizada la Ley. Unos pocos contra muchos, pero esos pocos ostentan el poder económico y la influencia suficiente en los políticos para frenarlos. Lo que sí se ha conseguido y eso es un triunfo que todos esperábamos, un paso más hacía la dignidad humana, es que ya se ha aprobado por el Congreso un cambio en el Código Civil donde ya SI los animales son seres sintientes y no cosas como hasta ahora.

EL IMPACTO EN EL CORAZÓN
-¿Cuáles son los casos que más te han impactado personalmente en tu vida?

-Son cuatro fundamentalmente. Uno fue cuando era niño y me llevaron precisamente al zoo. Me perdí y subí por unas escaleras donde en jaulas de cristal había primates. Me acerqué a uno que era grande, solitario. Era un orangután, yo no sabía la especie que era. Nos miramos intensamente, cogió un papel del suelo de su jaula, se limpió los ojos mirándome. Y lloré, salí corriendo de allí porque había comprendido con esa mirada que él era una persona, que estaba triste, que sufría. Lo sentí de esa forma. Me prometí defenderlos y estoy cumpliendo mi palabra. Otro de esos momentos fueron las dos amigas impresionantes que tuve y que nos queríamos mucho. Se llamaban Kika y Lili, dos chimpancés con las que estuve en contacto directo con ellas y me mostraron su humanidad, su comprensión y sus sentimientos que eran iguales a los humanos. Eso nunca se olvida como tampoco esos abrazos y besos sinceros que me daban. Estaba claro que entre nosotros habíamos roto la barrera de las especies. Otro momento clave y de impacto fue la presentación del Proyecto Gran Simio en el Congreso de los Diputados en 2006 donde se originó  un enorme debate a nivel nacional  que traspasó nuestras fronteras. Fue curioso. En España hasta colectivos sociales, partidos de derecha, periodistas, locutores de radio y columnistas desplegaron un ataque bestial contra nuestra organización, que está recogido en uno de mis libros titulado “Defensores de la igualdad”. Se dijeron barbaridades. Sin embargo curiosamente la prensa internacional anunciaba el gran paso que España había dado en la defensa animal y sobre todo por los grandes simios alabando nuestra labor.  Es sorprendente que en el mundo se alabara y en España se criticara y atacara hasta difamando públicamente y burlándose de nuestros objetivos. Después en 2007 fue aprobado en el Parlamento de Baleares una Proposición no de Ley en defensa de los grandes simios que también quedó en nada y más tarde en 2008 lo ya dicho anteriormente.
Y por último, otro de los impactos profundos recientes de alegría han sido las ya citadas sentencias de “personas no humanas” a la chimpancé Cecilia y a la orangután “Sandra” y el que esté agendada para 2022 por el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 una Ley específica de grandes simios, que precisamente es uno de los  objetivos de nuestra organización.

 -¿Por qué una parte del mundo no es capaz de entender que los animales y en especial los grandes simios son seres sintientes?
-Por un lado por ignorancia, porque, cuando les explicas  sus grandes capacidades cognitivas, por ejemplo en los grandes simios que han sabido aprender un lenguaje humano de los signos y cómo se comunican entre los cuidadores con ese lenguaje o que existieron los llamados chimponautas (chimpancés que aprendieron a pilotar naves para dar la vuelta al mundo en el espacio exterior), que hicieron posible que el hombre llegara a la luna, se quedan sorprendidos. Por otro lado está la educación de la que ya hemos hablado. Culturalmente nos han querido implantar que los animales son cosas, que no sienten, porque hay muchos intereses en torno a su explotación. Sin embargo nadie reconoce que, sin los animales, sin ese vínculo humano que hemos tenido con ellos a lo largo de la historia de la humanidad, el hombre no habría llegado a ser lo que hoy es. Los humanos tenemos la desgracia de olvidar muy rápido a quienes nos han ayudado a lo largo de nuestra vida. Con los chimponautas, cuando ya no los necesitaban, los llevaron a centros de experimentación. Ese fue nuestro regalo por su ayuda y así con todos los demás. El poder económico destruye el sentimiento humano hacia los no humanos.

-Trabajas de forma altruista además de tu trabajo en el Seprona. ¿De dónde sacas tanto tiempo para dedicarte a los grandes simios?
-Desde que hace 22 años nació el Proyecto Gran Simio en defensa de nuestros hermanos evolutivos y sus derechos fundamentales, he tenido mi trabajo como funcionario en el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) y, en mis horas y tiempo libre, de forma altruista como dices, me he dedicado en cuerpo y alma en trabajar por ellos, conocerlos, defenderlos ante instituciones del Estado como en el Congreso de los Diputados, dando charlas en universidades, casas de cultura, colegios, institutos, en otros países, en participación de jornadas de defensa animal y todo ello, por supuesto, sin repercutir en mi trabajo (destinado en la Jefatura del Seprona – Oficina de Operaciones). Mis compañeros y mandos sabían perfectamente de mi labor pero he sabido compaginar lo uno con lo otro sin que nada pudiera repercutir en mi lado profesional y en el de activista. Actualmente y desde hace unos años me encuentro en la Reserva, es decir, como funcionario sin destino y eso me ha permitido a emplear más horas en el Proyecto Gran Simio y ampliar los objetivos de nuestra Organización. Me siento orgulloso del trabajo que he realizado en el SEPRONA, ya que estaba dentro de mis propios principios y también orgulloso de que al menos en España, y gracias a nosotros y nuestro esfuerzo en Proyecto Gran Simio, mucha gente ya conoce que los grandes simios son seres muy cercanos a nosotros.