CAPITAL MUNDIAL DE LA ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE/Álvaro Porro “BioCultura es un hito destacado de la programación de este año de la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible”
Álvarro Porro es comisionado de Economía Social, Desarrollo Local y Política Alimentaria en el ayuntamiento de Barcelona.También es vocal en el Institut Municipal de Mercats de Barcelona y conceller de Barcelona Activa, SAU SPM. Es una de las cabezas visibles de Barcelona Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021.
-¿Nos puedes explicar en qué va a consistir, para la ciudadanía, la Capitalidad Mundial de la Alimentación Sostenible Barcelona 2021?
-La Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021 (CMAS21) tiene el objetivo de situar la necesidad de transformación de nuestro sistema alimentario en el centro de la agenda pública y el debate social. Durante todo este año se están desplegando más de 90 proyectos y acciones y políticas de alimentación sostenible que abren un camino de futuro de trabajar por un modelo de alimentación sostenible. Durante este año gran parte de la programación cultural del año gira en torno a este concepto. Entre el 14 y el 25 de octubre habrá una semana de la alimentación sostenible dirigida a toda la ciudadanía. Entre el 19 y el 21 de Octubre tendrá lugar el 7º Foro Global de Ciudades del Pacto de Milán y también en otoño se empezará a elaborar la primera estrategia alimentaria de la ciudad, una hoja de ruta a seguir en materia de políticas alimentarias urbanas para los próximos años.
UNA INICIATIVA NECESARIA
-¿Por qué crees que una iniciativa como esta es necesaria para el ciudadano de a pie?
-La alimentación se sitúa en el centro de los grandes retos actuales: las crisis sanitaria, social climática y ecológica. La alimentación puede ser una fuente de problemas o puede emerger como una llave para construir soluciones. Todas las personas comemos varias veces al día cada día y es necesario plantearse que estas acciones de la vida cotidiana están asociadas a modelos distintos de sistema alimentario con implicaciones sociales, de salud y políticas diferenciadas. En la alimentación esa idea de que al cuidar tu salud cuidas el planeta y viceversa se hace especialmente patente y cierto. De hecho la buena noticia es que ya se están haciendo muchas cosas; muchísimas personas, entidades, empresas, escuelas… han comenzado este camino hace tiempo y encontramos un montón de alternativas. CMAS21, entre otras cosas, intenta hacerlas más grandes, visibles, accesibles, repliclables… para la ciudadanía. Gracias a CMAS21 esperamos que a vecinos y vecinas de Barcelona les resulte más atractivo y fácil comprar productos de temporada y locales en sus mercados, o que puedan conocer un huerto urbano donde participar, o entiendan cómo pueden mejorar su dieta para hacerla más sana y sostenible, o mejoren el comedor escolar de su barrio, o puedan encontrar apoyo económico para un proyecto de una entidad en la que participan de ayuda alimentaria…
BARCELONA
-¿Barcelona quiere ser un referente mundial en este asunto de la alimentación sostenible? ¿Por qué es prioritario?
-La alimentación te permite conectar diferentes ámbitos de la vida social. Una buena alimentación es clave para la salud, es una oportunidad económica para las economías locales y verdes y además es imprescindible cambiar la forma de alimentarnos para hacerle frente a la emergencia climática. El sistema alimentario es responsable de entre el 21 y el 37% de las emisiones globales de efecto invernadero y cualquier acuerdo o política que trate esta temática tiene que impulsar un cambio en el sistema alimentario dominante.
BIOCULTURA
-¿Qué protagonismo va a tener BioCultura en esta Capitalidad Mundial de la Alimentación Sostenible en Barcelona?
-BioCultura es un hito destacado de la programación de este año de la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible. La alcaldesa anunció en la última edición, la de 2019, que Barcelona presentaría su candidatura para CMAS21 y este año podremos celebrar que ese anuncio se ha hecho realidad y queremos aprovechar para homenajear y poner en valor el camino recorrido como feria pionera por Biocultura para abrir un camino hace 27 años cuando la alimentación sostenible era muy muy minoritaria y casi nadie hablaba de esto. Por eso queremos apoyar BioCultura de 2021 y contribuir a actividades y a su proyección en la ciudad, porque forma parte de ella.
OTROS CAMINOS
-¿De qué otras maneras el ayuntamiento de BCN está comprometido con una alimentación saludable, sostenible y segura?
-Estamos desarrollando proyectos y políticas públicas para impulsar esta transformación de modelo. Por ejemplo hace unas semanas hemos presentado el proyecto Comerços Verds en el que se visibilizan los paradistas de los mercados municipales que apuestan por tener alimentos ecológicos, de proximidad y directos de pagès en sus paradas. La idea es que esta gran infrastructura alimentaria privilegiada y pública que tiene Barcelona que son los mercados municipales sea vehiculadora de alimentación más sana, justa y sostenible a la ciudadanía en sus 39 mercados donde trabajan 8.500 personas. Por eso estamos trabajando con muchísimas escuelas y sus comedores, estamos trabajando para mejorar la compra pública alimentaria, estamos trabajando para que la ayuda alimentaria municipal pueda caminar hacia la alimentación sostenible, estamos trabajando para que la restauración sea fuente de alimentación sostenible con el proyecto del menú de las estaciones, estamos trabajando para que Mercabarna sea un gran nodo de alimentos ecológicos y una oportunidad para los productores locales, y muchos otros proyectos que os animamos a conocer en nuestra página web. https://alimentaciosostenible.barcelona/ca
BIGAS LUNA
-¿Qué fue de aquella idea de Bigas Luna de convertir el Passeig de Gràcia en una gran huerta urbana ecológica?
-La verdad es que no conocíamos esta propuesta. Pues eso parece poco viable pero sin duda la agricultura urbana puede jugar un papel importante no tanto por su capacidad de producción pero sí por su capacidad de sensibilización. Hoy en día en Barcelona tenemos aproximadamente 100 huertos comunitarios o municipales y 350 escolares que estamos potenciando. Y estamos trabajando para blindar urbanísticamente la última finca agrícola productiva de Barcelona en el barrio de Vallbona. Pero nuestra mirada ha de ir más allá de la agricultura urbana y ver como Barcelona puede ser un buen espacio de comercialización del Parc Agrari y en general de la agricultura sostenible de Catalunya que es lo que mantiene el equilibrio territorial.
EL FUTURO
-¿En el futuro, la alimentación ecológica será lo normal y no la excepción, también en todo aquello que tiene que ver con comedores escolares, hospitales, residencias, etc.?
-Esperemos que sí, por el bien de todas las personas y del planeta. De hecho, ya fue la norma en el pasado, lo único que ha sido arrinconada en el último siglo por la hegemonía del modelo dominante de agricultura industrial intensiva basada en compuestos químicos sintéticos. Para conseguir este objetivo tiene que seguir habiendo un cambio cultural de hábitos y costumbres y también políticas públicas municipales pero también estatales, autonómicas y europeas que lo impulsen con determinación, asegurando que no es un privilegio de unos pocos sino una opción para todos y todas.