“’Auto-Sufí-Ciencia’ es una crítica a la modernidad y un canto a la esperanza”

By
Updated: diciembre 19, 2023

Pedro Burruezo acaba de publicar, con Mandala Ediciones, su primera novela: Auto-Sufí-Ciencia. Una historia de gnósticos, gitanos, irredentos y otros periféricos. Un libro que es, ciertamente, un revulsivo contra el mundo moderno y todo lo que ello implica. Al mismo tiempo, el texto abre ventanas a la esperanza con otras formas de sentir y de vivir en un mundo que camina directamente hacia el colapso. La esmerada edición literaria ha corrido a cargo de Mercè Diago. Es la primera novela del mundo mundial en la que se habla de BioCultura y de las consecuencias de la exposición a tóxicos que son disruptores hormonales. Todo ello se mezcla con el cante de grandes artistas flamencos, las visiones de gnósticos y personajes absolutamente inverosímiles…

Pedro Burruezo (Barcelona, 1964) es, además de compañero en El Ecomensajero Digital, artista, músico, escritor y hortelano orgánico. Ha editado casi dos decenas de discos y ha protagonizado conciertos por medio mundo. Ha compuesto bandas sonoras para películas, teatro, publicidad, etc. Ha colaborado con, entre muchos otros, Eduardo Paniagua, Robert Wyatt y/o Jaume Sisa, quien dijo de él: “De todos los galácticos que conozco, Burruezo es uno de los más insólitos”. Como periodista, dirigió durante dos décadas la edición en castellano de The Ecologist, una revista dedicada a la ecología profunda y espiritual. También fue crítico de flamenco de ABC Catalunya entre 1986 y 1998. Es musulmán y miembro de una tariqa (cofradía) sufí. Ha codirigido el documental Sufisme BCN: espiritualitat, música, ecologia y el film experimental El lenguaje secreto de las plantas. Por otro lado, Las 3 vidas de Pedro Burruezo, de Jose López, es un documental dividido en dos partes que resume la obra, la faceta ecoactivista y la vertiente espiritual de este artista que huye de las etiquetas fáciles… En la vida y en la obra de Burruezo, el activismo, la espiritualidad primordial y el arte caminan de la mano.

-Tu primera novela es verazmente insólita. ¿Qué puede esperar de ella el lector?
Auto-Sufí-Ciencia. Una historia de gnósticos, gitanos, irredentos y otros periféricos es una novela que no sé cómo se podría clasificar. La historia se inicia en mayo del 68 y se prolonga hasta mediados de los 90. Está ambientada en el Empordà catalán, Granada y la ciudad andalusí de Larache (norte de Marruecos). Nos habla de personas que le dan la espalda a las ideas y paradigmas sobre los que se asienta la modernidad. Viven en el mundo moderno, sí, pero, instintivamente, se ubican en su periferia. Son gnósticos, flamencos, rebeldes… Gente muy sensible, guiada por leyes antiguas, que le planta cara a la sociedad de masas y que reivindica la postración ante lo divino como la mayor -y más irredenta- liberación posible. Hay mucho gnosticismo, pensamiento tradicional (vinculado a las diferentes profecías y a la tradición espiritual primordial), islam, sufismo, mucha música, mucho flamenco, gitanismo… Es decir, todo lo que la sociedad moderna desprecia y detesta, jajaja. Y, por si fuera poco, aparece BioCultura (en sus inicios) y los protagonistas ya vislumbran, en los 70/80, cuáles serán las consecuencias de una alimentación aberrante y la exposición a químicos tóxicos que alteran el sistema hormonal.

EL ECOACTIVISMO
-El texto respira, vaya que sí, a partir de la segunda parte de la novela, buenas dosis de ecoactivismo…

-Sí. Exacto. La historia transcurre en un tiempo en que los protagonistas del libro ya ven, con perfecta claridad, cuáles son los principales problemas medioambientales a los que hoy nos enfrentamos. Sin embargo, su ecoactivismo no parte de las premisas del movimiento ecologista. O, dicho de otra manera, su activismo es mucho más profundo, espiritual y riguroso. Se mueven en unas coordenadas que son las mismas que las del pensamiento de personajes como Edward Goldsmith, Vandana Shiva, Jerry Mander y/o Hossein Nasr. Digamos que tienen muchas cosas en común con el movimiento “bio”, con los primitivistas, con los movimientos indígenas, con los ecologistas al uso, con la gente del decrecimiento y/o con los sectores más ludditas, pero ellos desbordan todas esas tendencias por su espiritualidad profunda, vinculada al sufismo más esencial y a la espiritualidad primordial. Son gnósticos que no quieren saber nada del materialismo y de otras ideas que imperan en la sociedad tecnocientífica. Al mismo tiempo, el arte y la música más pura están muy presentes. La creación de belleza también es una forma de activismo muy necesaria en este mundo feo, autodestructivo y superficial.

DISRUPTORES HORMONALES
-Con respecto a la crítica ambiental, los personajes parecen obsesionados con las consecuencias de la exposición a sustancias químicas tóxicas… y, principalmente, a los disruptores hormonales…

-Sí. Es verdad. Aunque los químicos tóxicos y sus disruptores endocrinos son sólo una parte del problema. El hombre moderno se ha apartado de lo divino, de ver el mundo como algo sagrado, como un ente teofánico… Entonces, todo es posible. Es decir, que, una vez que ha diseñado una sociedad que vive al margen de lo inmaculado, las consecuencias ambientales desastrosas… son algo perfectamente lógico. La energía nuclear, los pesticidas, el calentamiento global, las guerras, la destrucción de la capa de ozono, la iatrogenia, el sionismo, etc. Todo forma parte de un todo. Pero me preocupa especialmente la contaminación producida por los disruptores hormonales. Sus consecuencias son alarmantes. Van mucho más allá del aumento de las tasas de cáncer, de infertilidad, de otras patologías degenerativas… La disrupción hormonal afecta a fauna silvestre y a humanos. Y está empezando a alterar no sólo los organismos, sino también las conductas. Pero no quiero hacer espóiler. Tenéis que leerla. Los protagonistas se defienden a ultranza de la exposición a químicos tóxicos. Porque saben muy bien qué hay detrás de todo eso… Eso, lo que hay detrás, prefiero que el lector lo intuya.

LA MÚSICA DE LOS OTROS MUNDOS
-A los flamencos les gustará mucho esta novela…

-Bueno… No sé si les gustará. Pero, sí, hay mucha música. Y mucho baile. De hecho, uno de los protagonistas es gitano y cantaor. Y otro de los protagonistas es también gitano, guitarrista en este caso, que es un niño prodigio. Durante un tiempo, los personajes de la novela regentan una tetería en Granada y allí suena, en todo momento, música gloriosa. Mucho flamenco, mucha música andalusí, músicas árabes, músicas del África musulmana, cantos gregorianos, Arvo Pärt, Samuel Barber, Sakamoto, Bach, mucha música instrumental… Tanto el narrador como los protagonistas lanzan sus teorías sobre la esencia del arte y de la música y la necesidad de regresar a músicas más iluminadas y que redireccionen los oídos y los corazones del público hacia lo divino y lo contemplativo. Aparecen muchos artistas flamencos que hoy ya no están entre nosotros.

GNOSTICISMO Y VISIONES
-A las gentes de la mística también les agradará todo lo que explicas…

-Vivimos en un mundo cada vez más oscuro. La tiniebla campa a sus anchas. Estamos en plena era de Kali Yuga. Pero hay otras formas de vivir y de sentir. Este libro no es un tratado de sufismo al estilo de los grandes sabios medievales, por ejemplo. No. Nada que ver, aunque se inspira en ello. Recoge una sabiduría y una luz antiguas, pero las proyecta, con un lenguaje actual, sobre el mundo de hoy. A los/as no iniciados/as les sorprenderá todo lo que cuentan y lo que viven los protagonistas. No es exactamente algo autobiográfico, pero es mucho más real de lo que muchos y muchas podrían llegar a creer. En pleno siglo XXI, en plena sociedad de masas, todavía hay personas que confían en la Providencia y cuyos actos son intachables desde el prisma espiritual (aunque procedan del “lado salvaje”). Pero todo esto no tiene nada que ver con las supuestas ideas que la gente tiene sobre la religión. Digamos que Dios escribe nuestra historia a veces con renglones torcidos. Y la sabiduría y la experiencia mística son, en muchas ocasiones, difíciles de entender para aquellos que tienen una visión literalista y mojigata de los textos sagrados y de las diferentes revelaciones. Los personajes han vivido de una manera muy cafre. Pero, tarde o temprano, las heridas acaban cicatrizando y, en los corazones ungidos, se proyecta la luz.

EL DIFÍCIL CAMINO DEL BIENESTAR
-Los protagonistas de tu novela, a pesar de la hostilidad con que les trata la sociedad moderna, consiguen cierto bienestar…

-Sí. Hay que abrir ventanas a la esperanza. Y, de hecho, nuestra única esperanza reside en el abrazo del Amado. Ya lo decía Santa Teresa: “Sólo Dios basta”. El hombre moderno ha diseñado su felicidad en torno a bienes materiales. Tarde o temprano, todo eso falla. Y ahí es cuando se disparan las depresiones, las tasas de suicidio, los cánceres, etc. El malestar… Sí. Los protagonistas de esta novela llegan a una cierta plenitud en un mundo hostil. Pero todos sus logros han llegado gracias al desapego, al abandono de sí mismos y sus miserias… En buena medida, ellos/as confían en la gracia divina y, al desentenderse de las cosas del mundo, el universo entero se pone a sus pies. Deja de desear y de intentar vivir como a ti te gustaría… Sólo así se abren las puertas del Paraíso… De eso va esta novela.