SECTOR “BIO”/¿CRECIMIENTO CONTINUADO EN PELIGRO?/La crisis coyuntural puede afectar al sector ecológico…
En los últimos 25 años, el crecimiento de la agricultura ecológica en España ha sido continuo. Se ha multiplicado por cinco el número de hectáreas entre los años 2000 y 2015 (solo hay un pequeño descenso en 2012, 2013 y 2014 al excluir ciertas superficies para homologar los datos con Eurostat). Después, incluso, pese a la pandemia, hubo crecimiento y expansión. Este crecimiento se produce también en el número de productores, elaboradores y transformadores, abarcando toda la cadena de producción. Pero la profunda crisis económica que nos acecha por todas partes, ¿va a acabar lastrando ese crecimiento?
Andalucía y Castilla la Mancha continúan con el mayor número de hectáreas cultivadas. Andalucía sigue con su liderazgo. Comunitat Valenciana apuesta fuerte. Baleares, prácticamente la misma cantidad que Castilla y León pese a su diferencia de tamaño, significa que tiene un 16,7% de su tierra cultivada como ecológica doblando la media nacional, que es de un 7,8%. Catalunya y Madrid tienen el liderazgo del consumo. En los últimos años, el consumo ecológico y la producción orgánica en España no ha dejado de crecer. Pero, ¿qué va a pasar con la crisis? No están las cosas tan claras. Por primera vez, el sector ecológico podría no crecer este año. Veremos los datos en 2023. Primero, fue la pandemia. Luego, la guerra, la inflación… La cosa no está para echar cohetes.
LÍDERES DE OPINIÓN
Los cultivos con más superficie ecológica son los pastos permanentes y las dehesas, que suponen más del 50% de la superficie, centradas mayoritariamente en Andalucía. Le siguen los cultivos típicos de las distintas zonas agrarias del país, y por ello, los que mejor se adaptan a la agricultura ecológica, como los cereales para producción de grano (209.000 ha), el olivar (197.000 ha), frutos secos (114.000 ha) y el viñedo (97.000 ha). Las buenas noticias en el sector ecológico han sido continuas y ascendentes. Conversaciones con algunos líderes de opinión del sector nos llevan a pensar que este año no va a ser tan boyante como los anteriores. Algunos consumidores ecológicos, pese a su fidelidad, tienen los bolsillos demasiado apretados ya. Y, para colmo, algunos productores, con la carestía de los transportes, tienen que subir precios, lo que resiente el consumo.
UN MOVIMIENTO MUNDIAL
Como ya venimos viendo, el sector ecológico está en constante crecimiento en los últimos 30 años, tanto en España como a nivel mundial. En la actualidad seguimos en un constante crecimiento del número de agricultores, productores e industria ecológica. Aunque hay que añadir que se mantiene la concentración del consumo de productos ecológicos en 20 o 25 países. Y más concretamente: 15 países en los últimos años se han repartido la principal parte del pastel ecológico. El consumo está muy concentrado en determinadas zonas geográficas, con USA a la cabeza. El sector ecológico español se caracteriza por tener unas potentes estructuras productivas básicas (superficie ecológica, productores e industrias), pero el consumo interno no es tan poderoso. Aunque en los últimos años ha tomado una cierta relevancia. Pero, debido a la crisis coyuntural, todo podría cambiar. Hemos comentado la jugada con algunas empresas del sector y todas están blindado sus gastos. Es un dato importante.
LÍDER EN EUROPA
La crisis sanitaria provocada por el Covid no perjudicó al sector. Sí a algunos pequeños productores, pero no al sector en general. Al contrario, la pandemia provocó un crecimiento del 35% en el gasto de los consumidores en productos ecológicos en España. Se trataba de cuidarse más ante la agresión y la hostilidad de virus, bacterias, contaminantes… Pero nos cuesta rebasar el techo de 60 euros anuales per cápita. “Con la llegada de la pandemia, el consumidor ha buscado productos que incrementen su salud y los alimentos ecológicos están claramente posicionados en esta categoría”, ha señalado Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia, la asociación profesional española de la producción ecológica. España es ahora el mayor productor ecológico de Europa y el tercero del mundo, con 2,4 millones de hectáreas. En los últimos cinco años, el territorio ecológico ha crecido un 37,7% en España y la plantilla implicada en la industria ha aumentado un 40,5%, hasta las 50.000 personas. Un frenazo a todos estos datos esperanzadores e ilusionantes podría significar un jarro de agua fría para inversores, trabajadores y productores ecológicos.
LEGISLACIÓN Y CONSUMO
“Para alcanzar los objetivos comunitarios del Pacto Verde Europeo y llegar al 25% de superficie agrícola ecológica en 2030, desde ASOBIO reclamamos que el 10% del consumo alimentario sea de productos bio y el 20% de la contratación pública de alimentación sea ecológica certificada. En paralelo, para estimular el consumo, proponemos la aplicación de una fiscalidad ventajosa para las compras de productos ecológicos con un tipo de IVA superreducido”, dice Joan picazos, al frente de ASOBIO, la asociación gremial de empresarios del sector. La legislación española y europea va a ser cada vez más determinante a la hora de apoyar al sector ecológico. Todo apunta a que los legisladores, nacionales o europeos, no van a poder mirar hacia otro lado y llevarán a cabo normativas y legislaciones que incentiven fiscalmente a productores y consumidores del sector ecológico frente a los petroadictos. Sin embargo, el alza generalizado de precios, la carestía de los transportes, la inercia negativa de los mercados, las malas noticias del frente ruso/ucraniano (con un conflicto que va a ser muy largo según algunos expertos)… no ayuda a crear estabilidad y serenidad. Y la desazón afecta siempre negativamente al consumo. Cuando las barbas del vecino ves cortar, pones las tuyas a remojar y, si es necesario dejas de consumir “bio”, aunque sea en ciertos porcentajes. Algunos consumidores, para mantener cierta estabilidad económica, se lo están planteando. Lo que podría conllevar, también, un desastre para los comercios locales de toda la vida dedicados al sector ecológico. Algunos clientes podrían pasarse a las grandes superficies, que ofertan menos calidad, pero también productos certificados. En fin, nos hacemos preguntas que todavía no tienen respuestas. Veremos los datos del MAPA el año que viene y de 2023. Ahí estarán las respuestas… ¿El paraíso de las marcas blancas? Quizás, quizás, quizás…