PELUQUERÍAS “BIO”

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Updated: abril 23, 2019

El ecologismo se ha introducido con fuerza en el mundo de las peluquerías. Unos espacios caracterizados por su estrecha relación con tratamientos nocivos, como son la decoloración, las manicuras o la pigmentación del cabello. “Es uno de los sectores con más alto nivel de toxicidad del mercado por su contacto directo y diario con productos químicos”, comenta Elena Busto, comercial de marcas de cosmética ecológica para peluquerías.

 

Peluquerías ecológicas

Natural Room es un salón de belleza de Málaga, nacido hace cinco años. “Somos una peluquería que trabaja sin ningún tóxico”, nos explica la dueña del local Noemí Jiménez. Ella se asegura que todos los tratamientos se realicen con productos naturales. Por eso, recurre a marcas certificadas y a la vez no para de informarse: “Soy autodidacta, empecé a experimentar conmigo los resultados que me daban los productos naturales”, comenta. Se muestra sorprendida con el boom de peluquerías verdes que ha experimentado el mercado este año: “Me tiene muy preocupada porque veo en Instagram publicidad de peluquerías que dicen ser naturales pero promocionan decoloraciones de pelo. Eso es imposible ya que las plantas no tiene el poder de desteñir”. Su mirada es crítica y le decepciona la transformación o green washing que están viviendo los centros de belleza convencionales: “Cuando empezó este movimiento estaba muy ilusionada. Ahora me doy cuenta que las marcas tóxicas se han “reinventado” y la gente sigue consumiendo químicos nocivos sin siquiera saberlo. Estos centros les están quitando los derechos a los consumidores”, lamenta.

En Vitoria (País Vasco) se encuentra El Secreto de Su, la pequeña peluquería donde Susana Rodríguez puede disfrutar de su profesión. Ella trabajó durante muchos años en salones convencionales, pero su inquietud por el consumo ecológico le hizo replantearse cómo quería vivir: “Tenía que conseguir trabajar en una peluquería 100% ecológica. Y lo conseguí. No hago nada con químicos”, comenta. Por desgracia como Jiménez también ha visto crecer a su alrededor diversas peluquerías con una imagen muy ecológica que no se corresponde a la realidad: “Me han venido clientas con reacciones alérgicas quejándose de que habían ido a esos sitios buscando algo artesanal y que el resultado había sido químico”. Ella achaca ese problema a la falta de formación de los peluqueros y a unos vendedores muy inteligentes: “Te encuentras con varios trabajadores convencidos de que ofrecen un producto libre de tóxicos y que en cambio está lleno de sales metálicas y PPD”. Se lamenta de que no se forme a su gremio y que el conocimiento se tenga que adquirir por propia inquietud: “No se tiene que atacar a la peluquería convencional. Se tiene que educar y recordarle a los profesionales que ellos son los principales perjudicados: cánceres o enfermedades respiratorias, son algunos de los resultados de una exposición continua a tóxicos”, puntualiza.

En Barcelona encontramos tres centros de peluquería bajo el nombre de Alone que se caracterizan por su identidad ecológica. Amelia Ortego, una de las socias del salón, nos comenta que todos los productos son ecológicos y la mayoría son veganos y certificados, menos una pequeña línea que utiliza proteína de leche. “Intentamos ser consecuentes con el ecologismo en todo lo que hacemos. Por eso, usamos secadores de bajo consumo con ruido reducido, muebles eco, tenemos el agua filtrada y los escaparates los construimos con material reciclado”. Además, Ortego destaca que han creado una línea de productos propia eco certificada que les permite ahorrarse el envasado y ofrecer un precio más adecuado a la clientela: “Para mi ser ecológico no es sólo tener una filosofía si no cumplirla. Creo que nuestros pequeños salones son ecológicos en producto, precio, material, mobiliario y no queremos aparentar, como otros”, sentencia.