PELÍCULAS/“EL LENGUAJE SECRETO DE LAS PLANTAS” “Si el ser humano no retorna a una relación espiritual con la Naturaleza… nuestra especie está en peligro”
Nuestro compañero Pedro Burruezo y el joven director (17 años) Álex Trincado son los responsables de “El lenguaje secreto de las plantas”, un filme cortometraje de 30 minutos también disponible en versión en catalán. La Asoc. La Camerata y Sotos Productions han aunado esfuerzos para dar a luz este extraño filme en el que su protagonista, Burruezo, toma el camino de retorno hacia una visión sagrada de la Naturaleza. Las imágenes de Trincado, las músicas y diálogos del propio Burruezo (diálogos en los que son las plantas y los animales quienes hablan en intertítulos) más la belleza de la Naturaleza conforman un tridente de emociones entretejidas por el misterio y lo sutil.
El filme ha sido seleccionado en el Festival Internacional de Cine de Medio Ambiente de Barcelona Suncine (sección no competitiva) y en el Festival Internacional de Cinema de Girona. También pasará el día 5 de diciembre en el MUHBA de Barcelona dentro de la programación del Festival Diàlegs BCN. Tiene algo rebelde, no formalista, improvisado, propio de un director de 17 años, que rompe los esquemas de lo políticamente correcto. Y que ayuda a transmitir lo oportuno, lo urgente y lo necesario de volver a una relación de armonía con la Naturaleza… cuando la civilización moderna está a punto de sucumbir a sí misma. Hay saltar del barco antes de nos hunda con él…
RESPUESTAS Pedro Burruezo
-¿Cómo nació esta película?
-De una forma muy espontánea y natural. Nos conocimos porque mi hija y Álex estaban haciendo un trabajo del instituto juntos. Vimos que teníamos muchas cosas en común, en especial el gusto por películas como las de Tarkovsky, Kurosawa, Sorrentino… A él le encantó nuestra música y le fascinó el hecho de que nosotros ya hubiéramos trabajado con algunos de los directores a los que él sigue, como Albert Serra, por ejemplo. Hicimos un corto de dos minutos para un concurso local en nuestro pueblo, trabajamos juntos a gusto y vimos que el guion se podía ampliar y que tenía muchas posibilidades poéticas, fílmicas, musicales. Y, en especial, vimos que, de una forma sencilla, sin nada de presupuesto, podíamos trabajar juntos para lanzar al mundo mundial un mensaje necesario: “Si el ser humano no retorna a una relación armónica y espiritual con la Naturaleza… nuestra especie (y todas las demás) están en peligro”. Es como el lema de la cinta.
-¿Cómo se os ocurrió que no hubiera diálogos, sino intertítulos en los que los/as que hablaran fueron los vegetales, los animales…?
-En el corto que habíamos presentado al concurso local habíamos puesto nosotros las voces para los vegetales y, realmente, no quedaba bien. Entonces, recordamos las películas de cine mudo en blanco y negro, el expresionismo alemán, el filme “Blancanieves” (con la banda sonora de mi amigo Alfonso Vilallonga) y vimos que una solución aceptable era colocar intertítulos con los diálogos entre las plantas, los árboles, las cabras… Luego, vimos que quedaba muy bien. Y Eric Peláez puso la guinda al hacernos los intertítulos.
“El mensaje prevalece por encima de las imágenes, las músicas, los diálogos… El mensaje es la necesidad de retornar a una visión sagrada del mundo y de la vida. El mensaje es que la vida sin misterio y sin asombro no tienen sentido. El mensaje es que las demás especies que pueblan Gaia están sometidas a una dictadura brutal por parte de los humanos”
-¿Qué es lo que te parece más importante de la película?
-Sin duda, el mensaje. El mensaje prevalece por encima de las imágenes, las músicas, los diálogos… El mensaje es la necesidad de retornar a una visión sagrada del mundo y de la vida. El mensaje es que la vida sin misterio y sin asombro no tienen sentido. El mensaje es que las demás especies que pueblan Gaia están sometidas a una dictadura brutal por parte de los humanos. El mensaje es que nuestros niños y nuestros ancianos han sido abandonados a las leyes del mercado y que hay que recuperar la unión ancestral. El mensaje es que nuestros gobernantes son títeres de poderes ocultos que están sometiendo a toda la Humanidad a sus intereses, no sólo económicos. El mensaje es que, cuanto más grande es el monstruo, más sentido tiene rebelarse contra él: a más envergadura… más vulnerabilidad. El mensaje es que, hagamos lo que hagamos, el Sistema acabará autosuicidándose, pero ello traerá mucho dolor a nuestra especie y a todas las demás. El mensaje es que, aunque el Sistema se vaya a autosuicidar, nosotros tenemos la obligación espiritual no de contribuir a su expansión, sino a su declive…
-¿Qué es lo más notorio, a su entender, del guion que usted mismo ha realizado?
-Hemos dado con algo, por absoluta casualidad, sin ningún mérito propio ni de Álex ni mío, que me resulta emblemático: el protagonista no habla. Sólo actúa. Así deberíamos hacer todos… El tiempo de las palabras ha quedado atrás.
RESPUESTAS Álex Trincado
-¿De qué manera has transformado en imágenes poéticas el surrealista guion de Burruezo?
-Las formas con las que se crearon las imágenes poéticas fueron de forma espontánea. De por sí la naturaleza ya es poética; yo me limité a posicionar la cámara alrededor/delante de ella y la magia se hizo sola. Todo es tan cotidiano que trabajar con el guion de Pedro no fue tan difícil, los dos nos entendíamos bien y acabó por dar un buen trabajo.
-¿El color de la película tiene un verde muy subido? ¿Ha sido algo deseado?
-La fotografía de la película está saturada, se puede ver en cualquier imagen. El cortometraje se basaba en darle toda la importancia a la naturaleza. El color verde de esta predominaba en cada esquina de todos los encuadramientos, y esto empoderó a la imagen. Su saturación favorecía a la fertilización de la imagen y, además, el verde desprende un relax, una tranquilidad, que resultan indómitas en el mundo moderno de confusión y líos. Evidentemente, fue algo más que deseado. En la postproducción se corrigió todo el color de la cinta, y el resultado final fue la predominancia de nuestro amado color verde.
“Mi maestro siempre ha sido Andrei Tarkovski. Creo que él fue el cineasta que mejor supo implantar una filosofía delo sagrado junto a su amada naturaleza. Él, junto al Kurosawa más psicológico, han sido los referentes en esta labor de dirección. Pero cada vez que veo más fragmentos de la cinta, más me recuerda al gran Aleksandr Dovzhenko y a su obra maestra ‘La Tierra’. Evidentemente los ecos del cine mudo ayudan mucho”
-¿La música tiene un papel fundamental? ¿Te ha costado trabajar con Burruezo como músico? ¿Te ha pasado una amplia gama de músicas donde elegir?
-Personalmente, soy muy fan de todas las piezas musicales de Pedro. Por lo tanto, seguir sus directrices a la hora de encajar el estilo de la música con las imágenes fue una tarea ardua (por todo el perfeccionismo de Burruezo) pero muy eficaz. Creo que los dos estamos satisfechos de haber podido crear la atmósfera que queríamos abarcando muchas piezas suyas de estilos diversos.
-Algunas escenas tienen una densidad muy profunda, acentuada por la música y por el mensaje… ¿La Naturaleza es fotogénica en sí misma?
-Como he dicho antes, la magia se hizo sola gracias a la naturaleza. Evidentemente, la naturaleza es fotogénica por sí misma, y también es evidente que, sin la magistral música de Pedro, las imágenes no hubiesen sido tan trascendentales.
-¿Cuáles son tus referencias en dirección de cine?
-Mi maestro siempre ha sido Andrei Tarkovski, creo que él fue el cineasta que mejor supo implantar una filosofía de la mística junto a su amada naturaleza. Él, junto al Kurosawa más psicológico, han sido los referentes en esta labor de dirección. Pero, cada vez que veo más fragmentos de la cinta, más me recuerda al gran Aleksandr Dovzhenko y a su obra maestra «La Tierra»; evidentemente los ecos del cine mudo ayudan mucho.