OPINIÓN ¿Está el nuevo gobierno barajando aplicar tasas gravosas a los alimentos tóxicos?

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Updated: febrero 25, 2020

Pablo Bolaño reflexiona, en voz alta, sobre la posibilidad de que el nuevo gobierno empiece a gravar de forma notable los alimentos con más azúcares y grasas trans para luchar contra la obesidad infantil y un gasto sanitario desorbitado.

Según publican diversos medios, parece ser que el recién estrenado Gobierno español está estudiando aumentar el IVA de los alimentos más tóxicos. Algunas grandes empresas alimentarias podrían estar empezando a rasgarse las vestiduras. Fuente solventes señalan que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que tiene a la cabeza a Alberto Garzón, estaría barajando la idea de subir el IVA de los alimentos con altos niveles de azúcares y calorías. Los partidos que gobiernan el estado estarían estudiando aumentar la fiscalidad, especialmente, de los productos ultraprocesados, saturados de azúcares y grasas trans.
El bueno de Garzón, por otro lado, parece que va a hacer los esfuerzos necesarios para que, desde la compra pública, se beneficie la adquisición de alimentos ecológicos y/o de proximidad. Especialmente, en lo que respecta a comedores escolares y hospitales, para beneficiar de esta manera a los más necesitados de una alimentación correcta y sanadora. Algunos especialistas, a pesar de que el asunto está corriendo como la pólvora y prácticamente no ha dado tiempo de reaccionar a nadie, ya están emitiendo sus opiniones. Y lo que quieren los expertos, los doctores, los nutricionistas, los encargados de comedores, los productores ecológicos… es que esta idea no sea agua de borrajas, sino que sean directivas que tengan un efecto positivo y profundo efecto transformador en la sociedad española del siglo XXI. Que sean capaces de redirigir nuestra sociedad hacia una sociedad lo más sostenible posible.


Las enfermedades que son consecuencia de una alimentación insana y de pésimos hábitos alimentarios en nuestro país están creciendo de una forma muy alarmante. Actualmente, por ejemplo, el aumento de patologías relacionadas con una alimentación tóxica ha disparado el gasto sanitario público. Sea cual sea la estadística consultada, siempre es una cifra completamente insostenible para un país como España. Es necesaria una transición rápida y segura hacia modelos agroalimentarios que beneficien la salud de la ciudadanía. Y que, de paso, también protejan la eco-nomía local, los ecosistemas autóctonos y que, también, fijen población en los entornos rurales más despoblados. Por el bien de todos.
Los lobbies agroalimentarios (junto a los energéticos y los farmacéuticos) tienen una extraordinaria fuerza en nuestro país. Gobiernan más que los políticos elegidos en las urnas. Hacerles frente es una tarea titánica. Pero ya es hora de que se les ponga límites, al menos. Ya es hora de que, aunque esos lobbies sigan trabajando por gobernar el mundo, haya quien les oponga resistencia. La ciudadanía reclama que las leyes y las directivas beneficien a los que no contaminan, a los que no nos enferman, a los que son sostenibles, a los que crean riqueza y puestos de trabajo en los pueblos y las aldeas… Ojalá todo esto no sea una mera declaración de intenciones y que se convierta en legislaciones contundentes contra la enfermedad y la contaminación.