Odile Rodríguez de La Fuente: “El consumo consciente es nuestra mayor herramienta para el cambio”

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Updated: diciembre 27, 2022

Recientemente, se ha editado el libro “Accionistas del cambio” (Bold Letters). Irene Baños y Judit Alonso han conversado, entre otros, con Fernando Valladares (Rebelión Científica), Juan Carlos del Olmo (WWF), Juantxo López de Uralde (Alianza Verde), Eva Saldaña (Greenpeace)… En la lista de entrevistados también está Odile Rodríguez de la Fuente, a la que conocemos desde hace años y entrevistamos para El Ecomensajero Digital.

Imposible no recordar, al hablar con Odile, aquellos programas de Félix Rodríguez de la Fuente, su padre, que nos hipnotizaban cuando éramos niños. Él fue un iluminado, un pionero, un maestro para todos nosotros. Ella sigue su senda… De tal palo… tal astilla.

UN LIBRO NECESARIO
-¿Por qué crees que libros como “Accionistas del cambio” son todavía, o más que nunca, necesarios?

-Por varias razones. Una de las principales es que se trata de un libro harto interesante porque aúna diferentes voces. Diferentes versiones, pero complementarias, sobre la madre de todas las crisis. Son visiones que hablan desde el conocimiento y que aportan soluciones viables. Las historias personales que se entrelazan en las entrevistas de los protagonistas del libro son diferentes también pero tienen en común que aportan un punto de interés añadido. Todos dicen cosas diversas a colación de algo que nos afecta a todos como especie.

-¿Cómo describirías la “Crisis del Antropoceno” y por qué ese término?
-El nombre de la crisis es una de las propuestas más atrevidas de los últimos años surgida del ámbito científico. Nos está diciendo, ya desde el nombre, qué está pasando… Nos dice que somos nosotros, la especie humana, los que estamos al frente de la crisis. Nos dice que somos los verdaderos causantes del desastre. Ahora mismo, lo que más le afecta a la Tierra, en mi opinión, somos nosotros, los humanos. Es una forma de llamar a las cosas con claridad y arroja luz sobre lo que está ocurriendo en el planeta.

UN ESCENARIO UTÓPICO
-Si pudiéramos dibujar un escenario utópico… ¿cómo lo imaginarías? ¿Qué papel jugaría el ser humano en ese hipotético escenario?
-Yo partiría siempre de la base que tiene muestra especie en la Naturaleza. Hay una parte del movimiento ecologista que vienen a decir que los humanos somos una especie de cáncer para Gaia. Yo pienso totalmente diferente. Creo que si desapareciéramos… esto constituiría una gran pérdida. Creo que la inteligencia de la que somos capaces nos ha venido grande. Cometemos muchos errores. Pero yo veo esta crisis como una oportunidad. En ese futuro utópico yo veo a gente conectada globalmente pero con unos valores y una conciencia realmente superiores a los de la era tecnológica. Gente que viviría en pequeñas comunidades que cultivarían la ecología espiritual a un nivel muy profundo, valga la redundancia: y el amor, y las artes, y la música, y la armonía… Creo que la creatividad artística tiene mucho que decir en esta crisis. Hace falta mucho atrevimiento y mucha creatividad para salir de las encrucijadas en las que estamos metidos. Gente que sería capaz de dar mucho sin pedir nada a cambio y que, por eso, sin quererlo, tendría grandes recompensas. Esas comunidades habrían aprendido a poner en práctica un tipo de desarrollismo en consonancia con la tierra, al servicio de la vida, y no en su contra. Hay que inspirarse en la Naturaleza. Ella es la gran maestra.

-¿Qué impide que podamos inspirarnos en la Naturaleza para encontrar soluciones a los problemas que nos asuelan?
-La gran mayoría de las personas, en el mundo actual, están perdidas, están dormidas. Estamos muy mal, sinceramente. Todo tipo de adicciones, cada vez más suicidios, millones de deprimidos. Todo el mundo a la suya… Un desastre. La Humanidad, como colectivo, está en un estadio no adulto.

LA CONSCIENCIA
-¿Y cómo despertar la consciencia en una población que, en muchos casos, apenas llega a final de mes?

-Es complejo. Pero yo tengo el gran ejemplo de mi padre… Él subo llegar a todo un país enamorándolo, seduciéndolo, desde el amor, desde la consciencia, creando empatía… de forma transversal. Él era un artista, realmente. Insisto: la Naturaleza es la gran maestra. Hay que aprender a conocerla e imitarla. Necesitamos lenguajes que vayan más allá de lo intelectual, de lo cerebral. Necesitamos lenguajes poéticos, espirituales, que nos hagan despertar, ver más allá… Ahora mismo, de todas formas, veo a mucha gente despertar. En breve, quiero pensar, todo irá muy rápido. Y se producirá una revolución en la consciencia humana.

-¿Tenemos poder los consumidores?
-Siempre he dicho que el consumo es la mayor herramienta de cambio. Mucho más que la democracia. Votamos cada cuatro años, pero compramos cada día. Pero, claro, la Administración tiene que tomar cartas en el asunto… La Administración tiene que hacer legislaciones que conlleven etiquetajes claros para que todo el mundo sepa qué está comprando. Los productos que embrutecen la naturaleza y la salud de las personas tienen que tener los costes en sus precios, esos costes que, hasta ahora, pagamos todos. Si así fuera, resultarían tan caros que nadie los compraría. Y todo el mundo se pasaría a productos limpios en todos los sentidos. Solo con esto se conseguiría mucho. Esos costes verdaderos, reflejados en los precios de los productos nocivos, serían redentores. Solo con eso… ya estaríamos ganando la batalla.