El mundo “bio” madrileño se presenta a todo el estado
El CAEM (Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad de Madrid) estará...
Icíar Marín, junto a Antonio Milara, está al frente de Añino Merina. Se trata de una empresa que elabora diferentes productos, principalmente calzado, a partir de la lana merina. Estarán en BioCultura Madrid 2024 / 40 Aniversario.
“Soy Icíar Martín Aresti, geógrafa y experta en innovación y economía social. Nací en Salamanca hace 60 años y actualmente soy socia fundadora de Añino Merina junto con mi compañero Antonio Milara”. Así se expresa quien es corresponsable de una de las empresas que estará exponiendo su exquisita producción en BioCultura Madrid 2024 / 40 Aniversario.
-¿Cuáles son los distintos tipos de productos que vais a exponer en BioCultura Madrid 2024 / 40 Aniversario?
-Iremos con lo que nosotros ya consideramos nuestros clásicos, los enterizos de lana con esa lengüeta tan especial que solo tiene Añino, nuestros zuecos, botas, botines… Y llevaremos como novedad un par de referencias. En otro orden de cosas, este año tendremos mantas de nuestro tejido 100% orgánico y queremos empezar a vender nuestros cordones de cáñamo y plantillas propias para que el usuario pueda así alargar la vida del calzado.
TEXTIL SOSTENIBLE
-¿Por qué podemos decir que vuestros productos pertenecen al textil sostenible?
-Nuestros productos no tienen nada de petróleo ni derivados; están hechos solamente con lana de merina. En la normativa actual se puede poner en el etiquetado que un tejido es “100% merino” y sin embargo llevar hasta un 14% de poliamida. En Añino eso no ocurre: nuestro tejido se lava en ecológico, se hidrofuga y suaviza con plantas y resinas, y por último sustituimos la suavidad que da la poliamida con acabados aprendidos de la tradición de mujeres merineras extremeñas. Para producir el calzado, se utilizan plantillas, suelas y cordones de materias primas orgánicas. Todo esto permite que los productos de Añino se biodegraden en seis meses bajo tierra y no solo no dejan huella de plástico ni derivados del petróleo, sino que multiplican por cinco la materia orgánica. ¡Es un producto compostable!
EL PÚBLICO ESPAÑOL
-¿En qué medida el público español va apostando por productos como el vuestro?
-Yo creo que las cosas están cambiando. El calentamiento y sus consecuencias ya no son cosas de colapsistas ni conspiranoides. Al menos dos veces al mes vemos sus consecuencias en el Telediario: temperaturas insospechadas hace tres años, granizos que destrozan las cosechas, oscilaciones térmicas imposibles e incluso huracanes. Y todo en la península ibérica. Cada vez se habla más de la contaminación brutal que origina el mundo de la moda, en lo medioambiental. Pero también está en boca de todos cómo se abusa de las personas (en muchas ocasiones, niños; y muchas mujeres) por parte de las grandes empresas del textil convencional. Y yo creo que esto va calando en la sociedad civil. Ahora el problema lo veo en los engaños y en el “greenwashing”; en que la trazabilidad del producto no empieza desde su origen o que se pierde por el camino para recuperarla al final… como el Guadiana. Creo que es momento de custodiar los famosos “relatos” fraudulentos etiquetando de una manera responsable y respaldándose con certificados, y dando en estas etiquetas información sobre los impactos positivos o negativos.
LO PERSONAL
-¿Por qué te iniciaste en este sector, desde el territorio de lo personal?
-Todo vino dado por mi formación y una catarsis personal. Soy geógrafa y muy preocupada por los suelos que no se cuidan porque sólo se ve su superficie pero están sumamente deteriorados. También soy licenciada y especialista en Historia Moderna. Siempre me interesé por ese esplendor de la lana de merina que tanta riqueza aportó a este país… Y por último me formé por otra manera de hacer economía… por la economía social unida a la innovación… Y ahí surgió este proyecto… que no hubiera sido posible sin mi socio, Antonio, que lo supo poner en práctica por su experiencia en lana, materias primas orgánicas y tercera generación de maestro artesano zapatero guarnicionero.
ETIQUETAS CLARAS
-¿Cómo ves el sector textil sostenible español en la actualidad?
-Yo creo que las personas están mucho más concienciadas con quién lo hace, dónde lo hace y cómo hace. Si bien todavía pocas personas se alborotan por la huella de carbono, cada vez hay más sensibilidad en cuanto a la mano de obra tratada de manera abusiva. Creo que hay que insistir en un etiquetado claro para que el consumidor sepa lo que compra y se practique un consumo responsable.
BIOCULTURA MADRID
-¿En qué medida crees que BioCultura Madrid es un altavoz para dar visibilidad a productores como vosotros en el resto del estado?
-Para nosotras BioCultura ha sido y es importante. Allí acude un público muy afín a nuestra marca. El interés, las dudas y las aportaciones de las personas que nos visitan en nuestro estand… nos ayudan a mejorar. Tomamos nota de todo y lo consideramos, porque es un público gran conocedor de la producción biológica. Además de esto, y hasta la fecha, nos ha ido muy bien en ventas, cuestión fundamental pues nosotras no tenemos tienda, sí puntos de venta, y nuestra sostenibilidad depende fundamentalmente de las ferias. El hecho de que se cumplan 40 años de BioCultura a mí me da mucha paz. Ver que esto es un interés que vincula a tantas personas y desde hace tantos años… Constatar que no es una moda pasajera, que es una actitud, una forma de consumo y por tanto una forma de vida. Consumir bajo el paraguas de determinados principios y valores… es una de las actividades que más poder da a la sociedad civil y la mejor palanca para mejorar la situación actual.