MIAYUNO.ES/JESÚS DOMÍNGUEZ “El ayuno es una estrategia de salud de primer orden”

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Updated: marzo 29, 2021

Jesús Domínguez es el director técnico de los retiros de Miayuno.es. Es fisioterapeuta, osteópata, graduado en Medicina Tradicional China y naturópata, además de máster en Fisiología Humana por la Universitat de Barcelona. Experto en el Análisis Mineral del Cabello o mineralograma. ¿Por qué engordamos?

-¿Qué es lo que más nos engorda?
-Lo que más nos engorda sin duda es comer de un modo desequilibrado. Entendiendo que comer también comprende beber agua e incluso para mantenerse activo físicamente. Si nosotros no llevamos un ritmo de vida equilibrado, se altera la capacidad de gestionar nuestras reservas energéticas, lo que depende de nuestras hormonas. En este punto la pregunta sería: ¿Qué implica tener un ritmo de vida ordenado? Desde mi punto de vista tener un ritmo de vida ordenado exige que los factores de estrés a los que nos vemos sometidos en nuestro día a día puedan ser solventados o resueltos lo antes posible y, si no, como máximo en tres días, ya que a partir de ahí nuestro sistema hormonal (que gestiona nuestra capacidad de producir energía) se alterará para mantener activa la respuesta de lucha o huida con la que hacer frente a esa situación estresante. Cuando se desequilibra nuestro sistema hormonal, para hacer frente al estrés, básicamente lo que hace es aumentar los niveles de las hormonas que gestionan el estrés de larga duración, principalmente con cortisol, y este cortisol pretende, como habían hecho en los primeros días las hormonas del estrés agudo (aldosterona, adrenalina y noradrenalina), aumentar los niveles de glucosa en circulación ya que esta glucosa es la “gasolina” del cuerpo, es el sustrato energético por excelencia que utilizamos para producir energía y que en una situación de estrés/de lucha o huida es prioritaria. Para subir los niveles de glucosa circulante el cuerpo tiene otros mecanismos como por ejemplo “comer duce” o alimentos que hagan subir rápidamente los niveles de glucosa circulante, y aquí empezamos a comer “mal”. Empezamos a comer más compulsivamente que, por tener una verdadera sensación de hambre, y ello aumentará nuestro consumo de estos  alimentos de alto índice glicémico, lo que se traducirá en “picos” de glucosa que no podrán ser utilizados por el organismo en ese momento y por lo tanto tendrán que ser “eliminados” de la sangre para evitar un exceso de glucosa circulante que dañaría las membranas de nuestras células, de eso se encarga otra hormona, la insulina, que llevará este exceso de glucosa al hígado para que sea transformada en grasa y de este modo guardarla en los adipocitos como futuras reservas de energía para periodos de carencia. Comprender este mecanismo es clave para entender por qué en nuestro mundo hay tanta obesidad y problemas relacionados con el exceso de glucosa y de insulina. Hay que saber por otro lado que la insulina es la única hormona que reduce los niveles de glucosa circulantes el resto de las hormonas, lo suben o los mantienen igual, y es por este motivo que un exceso de insulina genera desequilibrios hormonales tan importantes. Este hecho nos hace ver que el ser humano está más diseñado para gestionar periodos de carencia de energía que para gestionar periodos de mucha abundancia, especialmente de alimentos. Además, como acabamos de ver, nuestro nivel de estrés no resuelto condiciona directamente nuestra manera de comer y de beber, y en nuestros días esto es una realidad muy grande. Como reflexión que refuerza este argumento está el hecho de que la mayoría de las personas con problemas de sobrepeso manifiestan que “No comen bien”, teóricamente a partir de aquí sería fácil “Comer bien” pero ciertamente no lo es. Así que volviendo a la pregunta inicial lo que más nos engorda son las consecuencias que sobre nosotros tiene no gestionar del todo bien nuestros niveles de estrés.

“Estamos sobrealimentados. Absolutamente sí y desde nuestro punto de vista es uno de los aspectos determinantes que justifican la mayor parte de los problemas de salud en nuestra sociedad. Tendríamos que comer menos, para, como demuestran innumerables estudios científicos, vivir mejor y sobre todo con más salud”

DISRUPTORES HORMONALES
– ¿Qué hay de la sustancias disruptoras endocrinas, también se ha corroborado que tienen efectos obesógenos?

-Estas sustancias químicas sintéticas tan presentes en nuestro día a día (agua, alimentos, tejidos), la mayor parte derivados de los procesos industriales que tienen que ver con la producción y manipulación de los plásticos, ejercen sobre el organismo una acción símil a la de los estrógenos y esto puede tener serias consecuencias sobre nuestro bienestar.  En primer lugar, estos “disruptores endocrinos” van a desequilibrar los niveles de estrógenos, lo que en mujeres tendrá consecuencias sobre su ciclo hormonal condicionando incluso su fertilidad; en los hombres también condicionarán su masculinidad y su fertilidad. Fertilidad que como venimos escuchando en los últimos años está muy comprometida en nuestra sociedad. Hay que saber por otro lado que uno de los mecanismos de acción de los estrógenos es la retención de líquidos, por este motivo estos disruptores endocrinos tienden a aumentar la retención hídrica en la persona con el consecuente aumento de peso y de volumen de la persona. En la respuesta anterior he explicado cómo el equilibrio hormonal entre unas hormonas y otras es muy importante para una óptima producción de energía y que esta condiciona mucho nuestra manera de comer y de beber y por lo tanto nuestro peso y volumen corporal.

RETENIENDO LÍQUIDOS
-¿Por qué retenemos líquidos?
-Por muchos motivos, pero principalmente por dos:
*Por un desequilibrio hormonal (exceso de estrógenos o exceso de hormonas del estrés, principalmente). Y poruna dificultad de eliminación de toxinas que hace que el cuerpo retenga líquido para “diluir” estas toxinas y que sean menos “irritantes” para las membranas celulares. Estas “toxinas” no son solo toxinas ambientales sino también productos de desecho de nuestras células como consecuencia inevitable de su metabolismo, que el cuerpo por un mal funcionamiento de los sistemas de depuración (hígado-riñón-pulmón-piel y estómago) no consigue eliminar. Por este motivo, entre otros, un ayuno es una estrategia depurativa de primer orden y seguramente, cuando puede ser realizado, la más eficiente.

¿Por qué nos hidratamos tan mal?
-De nuevo mi respuesta se orienta hacia la consecuencia inevitable de nuestras circunstancias. Me explico… Para nuestra fisiología el agua no es tan necesaria como los electrolitos que “debería” contener… Por este motivo cuando alguien padece una deshidratación, que es una situación de emergencia médica, no necesita beber agua sino reponer los electrolitos que contiene el líquido de nuestro cuerpo.
Para entender este argumento hay que saber que una hidratación depende tanto de la cantidad de líquido que ingerimos (bebiendo agua y otros líquidos, pero también con los alimentos especialmente los vegetales crudos) como de la composición electrolítica de estos líquidos. (La composición electrolítica del agua depende de las cargas eléctricas que contiene provenientes de minerales en disolución).
Cuando bebemos agua con electrolitos nos damos cuenta de que, en muchos casos, beberemos menos agua que hasta ese momento ya que cuando el cuerpo nos hace sentir sed (y es muy importante beber con sed) lo que pretende es equilibrar electrolíticamente el cuerpo y al aportarlos en cantidad suficiente la sensación de sed desaparece y no como sucede muchas veces al beber agua. Un electrolito o electrólito es cualquier sustancia que contiene en su composición iones libres, que hacen que se comporte como un conductor eléctrico.
De esta definición de electrolito se desprende que un correcto equilibrio electrolítico del cuerpo permitirá una correcta transmisión del impulso eléctrico en el cuerpo. Esto es clave para que el líquido en el cuerpo cumpla todas sus funciones, pero sobre todo para que el sistema nervioso y muscular funcionen correctamente. Con todo ello, más lo que había explicado anteriormente, se entiende que nuestro nivel de estrés condicionará no solo nuestra manera de comer sino también nuestra manera de beber y aunque este argumento se vuelve todavía más complejo podríamos decir que muchas de las veces que sentimos hambre habiendo comido hace pocas horas no es hambre lo que sentimos sino la consecuencia de haber acostumbrado al cuerpo a no sentir sed. Esto sucede porque en nuestra sociedad no hacemos caso a la sensación de sed (porque tengo tiempo de beber, porque si no luego tengo que ir al baño) lo que condiciona que dejemos de percibir sed para percibir sensación de hambre, especialmente de dulce, como explicamos en el libro “MiAyuno”.

SOBREALIMENTADOS
-¿Estamos sobrealimentados?
-Absolutamente sí y desde nuestro punto de vista es uno de los aspectos determinantes que justifican la mayor parte de los problemas de salud en nuestra sociedad. Tendríamos que comer menos, para, como demuestran innumerables estudios científicos, vivir mejor y sobre todo con más salud.

-¿El ayuno es una forma de limpieza corporal?
-El ayuno, como ya hemos explicado muchas veces, supone un tiempo de descanso para el tubo digestivo lo que permite que el intestino se limpie, lo que es muy importante ya que es la mucosa más grande de todo el cuerpo. En primer lugar, permite descansar al sistema inmunitario, que está asociado a la mucosa intestinal, lo que supone un gran ahorro energético mientras dura el ayuno. Por otro lado, este “descanso” de las funciones digestivas permite que órganos como el hígado o el riñón puedan llevar a cabo más eficientemente su función de desintoxicación del organismo. Si además añadimos un poco de actividad física durante el ayuno y activamos mecanismos como el sudor y a respiración la limpieza del organismo es más profunda. Pero el ayuno es mucho más que una depuración. Durante un ayuno los estudios científicos demuestran que se activa el fenómeno de “autofagia” según el cual el cuerpo elimina las células más “viejas” y menos eficientes sustituyéndolas por otras más jóvenes y eficientes. Esto se traduce en un rejuvenecimiento de la persona especial y rápidamente visible en la piel, pero que tiene lugar en todos los tejidos del cuerpo. Por lo tanto, durante el ayuno no solo perdemos peso y volumen, sino que también nos regeneramos por fuera y, lo que es más importante por dentro, lo que convierte al ayuno, desde nuestro punto de vista, en una estrategia de salud de primer orden. Todos deberíamos experimentarla por lo menos una vez en la vida. Desde la experiencia de más de diez años en MiAyuno tenemos que señalar que la mayoría de nuestros clientes repiten la experiencia.