MIAYUNO/Damien Carbonnier: “Con el ayuno, más vale una gota de práctica que un océano de teoría”

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Updated: noviembre 8, 2022

Damien Carbonnier es fundador y director de Mi Ayuno, empresa dedicada a retiros de ayunos y senderismo. El ayuno está cada vez más presente en nuestra sociedad como herramienta terapéutica.

-¿Qué es MiAyuno?
-MiAyuno organiza retiros de ayuno en nuestro país desde 2012. Sus retiros están supervisados por un médico y combinan ayuno y senderismo, y se realizan en varios destinos con encanto en España, como masías históricas, balnearios y paradores. Inspirado por el método Buchinger y certificado por la Federación Francesa del Ayuno y Senderismo, el método MiAyuno está basado en varios pilares: Ayuno supervisado y asesorado durante las 24h más senderismo diario y actividad física; charlas y talleres inspiradores que abren conciencia, y terapias naturales y emocionales. El 65% de nuestros clientes son repetidores, ya que viven una experiencia única. Y es que un día de ayuno es igual a un mes de bienestar.

EL AYUNO VUELVE
-¿Por qué el ayuno está volviendo a ser utilizado ahora como una herramienta sanitaria?

-Es debido a que las evidencias científicas van cada vez más a favor de la práctica. Hoy en día sabemos que 16 horas de ayuno ofrecen al cuerpo un inicio de regeneración celular, y que más de 20h ofrecen un inicio de producción de células madre. Por lo que sabemos, un ayuno prolongado de 14 días tiene la capacidad de resolver síndromes metabólicos como la hipertensión, o la diabetes de tipo 2. Igualmente, también hemos observado que la desinflamación que se produce en el cuerpo da la posibilidad de acompañar procesos de tratamiento en quimioterapia; y que el Alzheimer o Parkinson mejoran con unos protocolos concretos de ayuno. La privación de glucosa repercute positivamente en nuestras células sanas y perjudica al mismo tiempo las células enfermas, lo que permite que el cuerpo tenga una mayor resistencia y aceptación a los tratamientos convencionales. Nadie dice que cure este tipo de enfermedades, pero vemos que existe un consenso global a nivel científico para señalar que hay que investigar mucho, porque los resultados actuales con protocolos de ayuno prolongado son muy positivos. Valter Longo en Estados Unidos y Mark Mattson han liderado varios estudios científicos, que están disponibles en PubMed y publicados en revistas de renombre internacional. El premio Nobel de Medicina del 2016 se le otorgó a Yoshinori Ohsumi, un biólogo japonés que descubrió el proceso de la autofagia. Por su parte, Pablo Fernández, en Madrid, está liderando un estudio que combina actualmente en España, protocolo de ayuno prolongado con quimioterapia para el cáncer de colon. Son avances muy importantes para la sociedad.

– ¿Las virtudes del ayuno se conocen desde hace milenios? ¿Se está recuperando esta sabiduría?
-Sí, la práctica es natural y milenaria: ayunar está marcado en nuestro ADN, tenemos esta capacidad innata de ayunar. Claramente es una práctica que tiene más sentido cuando el ser humano se ha de adaptar a una escasez momentánea o bien cuando se vive en una sociedad de abundancia. La abundancia en este mundo es un problema porque genera un desequilibrio en otras partes del mundo… En todo caso, el hecho de que en los últimos 30 años se haya desarrollado mucho la práctica del ayuno hace que la sabiduría se recupere porque, en este caso, más vale una gota de práctica que un océano de teoría. El ayuno es una experiencia vivencial. Hay que sentirlo en tu cuerpo y estar acompañado por personas que te acompañen durante los procesos depurativos. Además, en muchos países se han incluido en su política de salud pública, empezando por la ex Unión Soviética o varios países de América Latina. En el caso de Europa, la práctica se cubre por la seguridad social y, en Alemania, se calcula que 2 millones de personas lo practican cada año.

MASS MEDIA
-¿Los medios de masas están cada vez más habituados a tratar el ayuno como algo útil en una sociedad tan pseudoopulenta?

-Así es. La sociedad en la que vivimos premia el consumo, un consumo que da una satisfacción a corto plazo. Respecto al tipo de alimentación que podemos comprar o consumir, suele hacernos cada vez más tristes, más gordos, y más tontos. La búsqueda de conocimiento interno no está basada en el autoconocimiento y este es el verdadero problema. Los medios hablan sobre el ayuno todavía sin entender mucho lo que representa, suelen tratar el ayuno intermitente con mucha cautela y ocultar el ayuno prolongado o despreciarlo. El ayuno en realidad es el verdadero vacío que te llena, te llena de energía, te limpia la mente (gracias al aporte de cuerpos cetónicos), te hace feliz gracias al cambio hormonal y te ofrece una mejor versión de ti mismo por el reset que realizas en todos los sentidos. Ayunar es volver a lo simple y a lo natural, es la técnica de hoy en día que te ofrece la posibilidad de empoderarte literalmente. Una semana de ayuno es una semana para hacer caer una creencia: la que no podemos hacer nada si no comemos. En realidad, es exactamente lo contrario.

-¿Qué tipos de ayunos son los que “prefiere” la gente?
-Si hablamos de ayuno, existen dos principales: el ayuno tipo Buchinger respaldado por la ciencia y que cuenta con más de 100 años de práctica y seguimiento en clínicas. Está ampliamente practicado en Alemania (cubierto por la seguridad social); Francia (existe una federación con 200 centros) y también se practica en España, donde hay clínicas de renombre internacional y MiAyuno.es, entre otros centros. Y por otro lado está el ayuno higienista liderado en España por el Doctor Karmelo Bizkarra, también con una amplia práctica y un reconocimiento importante. Este tipo de ayuno suele ser más largo y orientado a personas con problemas graves de salud. La gran diferencia con el ayuno de tipo Buchinger es que en un ayuno higienista solo estaremos ingiriendo agua, es decir un ayuno hídrico. En este caso es fundamental estar acompañado de un médico o enfermera formada en la práctica del ayuno. Luego podemos hablar del ayuno intermitente, más fácil de practicar en el día a día, y en el que se ha de seguir un mínimo de 4 días continuados a la semana durante 3 meses para esperar obtener los resultados, los mismos o parecidos que, por ejemplo, te ofrecería un verdadero ayuno prolongado de 5-7 días. Eso, sin hablar del aspecto que todos consideramos como “el más importante”: el periodo postayuno. Cuántas personas rompen el ayuno intermitente con una copa de cerveza o de vino o comiendo un bocadillo… En este caso pierdes más del 50% de los beneficios logrado previamente por haber ayunado. El cuerpo, cuando ayuna, trabaja con poco azúcar, desarrolla una mayor flexibilidad metabólica porque utiliza como recurso energético la grasa en lugar de la glucosa. El problema es que, al romper el ayuno, si ingerimos demasiado temprano azúcar o harina blanca, por ejemplo, rompemos la dinámica de limpieza y de regeneración que se produce en el cuerpo, perdemos gran parte de los beneficios. El ayuno intermitente está en boca de todos (14/10- 16/8) y yo prefiero hablar de un 12/12 para hacer trabajar el cuerpo a tiempo partido. Con 12h de ayuno al día puedes comer 3 veces y ahorras un poco de energía al limitar las ingestas, pero el ayuno que mejor sienta es el ayuno prolongado de 7 días. En MiAyuno.es, desde 2012, el 65% de nuestros “ayunantes” repiten la experiencia. Después de haber podido supervisar a 3.000 personas, no hay ninguna duda, hay que probarlo y ofrecer un verdadero cambio de perspectivas.
 
LAS PATOLOGÍAS
-¿Para qué tipo de patologías el ayuno obtiene resultados más visibles y en menor tiempo?

-Lo primero que valorará la persona es una desinflamación de su cuerpo. En un ayuno prolongado, se ve en 48 horas. Se explica fisiológicamente por la no ingesta de alimentos, combinado con una preparación idónea de 3 días antes de empezar el ayuno, y que permite bajar las reservas de glucógeno (azúcar) en el cuerpo. La repercusión a nivel hormonal es una desinflamación sistémica debido a una circulación en sangre muy baja de la insulina, una bajada de la hormona T4 y de las hormonas tiroideas. En un segundo paso, comprobaremos una bajada de peso importante (1kg. al día en caso de obesidad en el hombre, 450 gramos en caso de la mujer).  El tercer paso sería sentir más energía en el cuerpo, porque, pasados 3-4 días de ayuno, el cuerpo fabrica cuerpos cetónicos para sustituir la glucosa que le falta y alimentar el cerebro. Este cambio de “carburante” para el cerebro se traduce en un cambio hormonal, donde aparecen dopamina, serotonina y oxitocina y produce una sensación general de bienestar y de felicidad por sentirse bien y tener más energía. Asimismo, podríamos hablar de la regeneración celular que empieza a partir de 16 horas de ayuno, pero no es visible a simple vista.

-¿Comemos más de lo que necesitamos?
-Es evidente. Esta abundancia de alimentos es algo nuevo desde la posguerra mundial y naturalmente las enfermedades han aumentado a medida que hemos comido más. El problema es doble: comemos demasiadas veces en un mismo día, y comemos demasiada cantidad cada vez que comemos. Además, la calidad de nuestra alimentación se ha ido deteriorando y ello ha tenido repercusiones sobre nuestra salud. Idealmente, la mayoría de la población en Europa debería poder comer entre 1 y 2 veces máximo al día y seguir una dieta de tipo paleo. Digo la mayoría porque es muy difícil hoy en día hacer recomendaciones generales. Sin embargo, es a la vez fácil de comprobar los avances científicos para entender hacia dónde vamos respecto a la alimentación y descartar una serie de alimentos que no nos sientan nada bien.