MEDICIÓN DE POLUCIÓN ELECTROMAGNÉTICA/ALBERTO BACIGALUPE/SINRADIA “Lo que está pasando con el 5G es que ya está aumentando la densidad de radiación”

Alberto Bacigalupe ha sido y es un buscador. Encajó mal en el sistema educativo pero lo suplió con su espíritu autodidacta. Su principal interés fue la salud (física, mental, emocional y espiritual). Trabajó muchos años como pintor en el País Vasco y fue pionero en la búsqueda y utilización de las mejores pinturas y tratamientos naturales. Con el tema de las radiaciones pudo fusionar su experiencia laboral con su pasión por la salud y eso lo ha convertido, posiblemente, en uno de los mejores técnicos del país tanto en la medición como en la aplicación de soluciones a los problemas de radiaciones.

-¿Nos puedes explicar qué es Sinradia?
-Sinradia es un proyecto que pretende divulgar un concepto de higiene tecnológica para poder convivir con las nuevas tecnologías de manera saludable y responsable. También es un proyecto que pretende crear espacios más saludables, principalmente en los dormitorios, para que éstos queden libres de contaminación electromagnética (entendiendo por contaminación electromagnética el exceso de este tipo de radiaciones).

LOS ORÍGENES
-¿Cómo y desde cuándo te introdujiste en el mundo de la contaminación electromagnética?
-Mi primera experiencia fue en Vitoria-Gasteiz hace más de diez años. Mi hija pidió un estudio a un técnico de contaminación electromagnética porque mis nietos no dormían bien y, como yo trabajaba entonces como pintor, apliqué una pintura anti-radiaciones siguiendo sus instrucciones. Mi sorpresa fue que, desde la primera noche después de realizar el trabajo, mis nietos empezaron a dormir perfectamente. Posteriormente, ya en Barcelona, me formé en la asociación GEA y me especialicé en este tipo de trabajo con resultados similares. Para mí, es muy gratificante saber que ayudo a mejorar la calidad de sueño y, por tanto, la salud de muchas personas.

-¿Quiénes son tus clientes y qué te piden? ¿Cuáles son los problemas más frecuentes?
-Mis clientes son, principalmente, personas que dan valor a su salud y que son conscientes de la importancia que tiene el dormir bien. Muchos de ellos me llegan a través de médicos que ejercen la medicina integrativa; otros, directamente; y otros, por el “boca oreja”. Los problemas más frecuentes de mis clientes son: falta de vitalidad, dolores generales, cansancio crónico y otras patologías asociadas a la falta de descanso y de un sueño reparador.

LAS SOLUCIONES
-¿Qué soluciones dependen de ti y qué otras soluciones tienen que venir de instituciones, gobiernos, legislaciones…?
-Lo que yo aporto es información, medidas y trabajos para la protección individual y dentro de las casas, que son nuestra tercera piel. Creo que, por parte de las instituciones, bastaría con aplicar el Principio de Precaución según la Resolución 1815 del Consejo de Europa. Mejorar el entorno es algo que nos podría beneficiar a todos y, concretamente, al colectivo de personas electro-hipersensibles que son las que más sufren los efectos.

-¿Qué va a pasar o qué está pasando ya con el 5G? ¿Se van a agravar los problemas de polución electromagnética?
-Lo que está pasando ya es que está aumentando la densidad de radiación ya que, al menos por ahora, el 5G no está sustituyendo a ninguna de las generaciones anteriores (4G, 3G, etc.). A nivel de salud nadie puede afirmar qué pasará porque es la primera vez en la historia de la Humanidad que nos enfrentamos a una situación como esta. Mi opinión personal es que aumentarán los problemas asociados y también el número de personas electro-hipersensibles ya que, al igual que pasa con las alergias, todos somos candidatos a que nuestro organismo se sature de los efectos de las radiaciones en un momento dado.

CLASE POLÍTICA
-¿Es consciente la clase política y la población de la gravedad del problema en lo que concierne a la contaminación electromagnética?
-Cada país tiene unos valores límite de exposición que, según mi opinión, están legislados más por los intereses económicos que por salud pública. Creo que la ciudadanía empieza a darse cuenta de esta realidad pero hay un exceso de información de todo tipo y eso hace difícil tomar una postura clara. Por fortuna creo que cada día son más las personas conscientes de que somos uno con nuestro medio ambiente y que, si cuidamos de él, él nos cuida a nosotros.

“Creo que nos esperan años complejos. La presión entre los beneficios de los avances tecnológicos en todos los ámbitos (trabajo, educación, entretenimiento, etc.) y el precio que pagaremos en salud (física, mental y emocional) es difícil de predecir. Yo creo que lo de salir a protestar a la calle cada vez será más complicado y menos útil. Mi opinión está más en la línea de fomentar la educación y la auto-responsabilidad para un uso más responsable de las nuevas tecnologías”

-¿En qué medida España está más avanzada o atrasada en reconocer este tipo de problemáticas y de buscar soluciones?
-Creo que en España vamos muy atrasados: los valores límites de radiación aquí son altísimos comparados con otros países. Por otro lado, el principal argumento que se utiliza para justificar esos altos límites, el de “falta de evidencias científicas”, genera que no se busquen soluciones. Y, por desgracia, ya hemos tenido muchas experiencias con materiales y tecnologías (rayos X, amianto, CFCs, DDT, etc.) que se prohibieron cuando los daños ya fueron evidentes. Esperemos que no suceda lo mismo con la contaminación electromagnética.

EMPRESAS CULPABLES
-¿A quién le interesa la desinformación en torno a todas estas temáticas?
-Es difícil ver el alcance pero, en primera línea, estarían las empresas de telefonía, los fabricantes de antenas, de móviles, etc. Sin embargo, cada vez serán más los sectores de industria que estén implicados ya que, dentro de poco, no se podrá comprar ningún electrodoméstico que no tenga su antena 5G (aunque ésta pueda ser pasiva). Por otro lado, en el mundo hay unos siete mil millones de móviles que tendrán que ser cambiados por otros que incluyan esta nueva tecnología. Creo que es fácil ver quiénes pueden estar detrás de la desinformación, ¿no?

-¿Qué va a pasar en un futuro? ¿Habrá que salir a la calle a protestar como pasó en su momento con otro tipo de problemas?
-Creo que nos esperan años complejos. La presión entre los beneficios de los avances tecnológicos en todos los ámbitos (trabajo, educación, entretenimiento, etc.) y el precio que pagaremos en salud (física, mental y emocional) es difícil de predecir. Yo creo que lo de salir a protestar a la calle cada vez será más complicado y menos útil. Mi opinión está más en la línea de fomentar la educación y la auto-responsabilidad para un uso más responsable de las nuevas tecnologías.