MARCAS BLANCAS/Competencia desleal en el mercado / El sector ecológico también se ve afectado

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Updated: marzo 28, 2023

La asociación de fabricantes de marcas líderes de gran consumo Promarca ha denunciado que sufre una “competencia desleal” de parte de las marcas de distribución, basada únicamente en bajar los precios, que está provocando una destrucción de valor en el sector. Las marcas blancas están tomando el poder en tiempo de alta inflación. También ocurre ya en el sector ecológico. Ferias como BioCultura dedican una gran parte de sus esfuerzos a proteger los intereses de los pequeños productores y de las tiendas de toda la vida del mundo “bio”.

Ignacio Larracoechea, presidente de Promarca, en un evento en Madrid que reunió recientemente a expertos y actores de la cadena alimentaria para debatir y exponer los desafíos a los que se enfrenta el gran consumo, señaló que las grandes distribuidoras llevan a cabo “competencia desleal” con sus marcas blancas, según expresó un comunicado de EFEAgro.

MALAS PRÁCTICAS
Larracoechea resumió, según el texto de EFEAgro, esta competencia desleal en las “malas prácticas” de algunas cadenas de supermercados que dejan de ofrecer productos de marcas de fabricantes, disminuyen su espacio en los lineales o no referencian las innovaciones que atesoran estos productos. Esto está empezando a ocurrir, de manera notable, en el sector ecológico.
Según ha expuesto Larracoechea, en los últimos 15 años la presencia de marcas de fabricantes en el mercado ha bajado un 24 %, mientras que las marcas blancas han crecido un 28%. No tenemos cifras exactas sobre lo que está ocurriendo en el sector “bio”, pero las cifras deben ser similares. “La libertad de elección del consumidor es cada vez menor y un 40% de los consumidores echan de menos la marca que quieren comprar”, expresó el presidente de Promarca.

LOS PRECIOS
Según el escrito de EFEAgro, “Larracoechea denunció también que las cadenas de distribución ‘suben artificialmente’ los precios de las marcas de fabricantes para favorecer sus marcas propias. ‘La competencia basada sólo en los precios genera un círculo vicioso que arrastra todo a la baja: sueldos, impuestos, estado de bienestar… Sería mejor generar un círculo virtuoso, que es generar valor’”. En el sector orgánico ocurre algo similar… Las marcas sacan al mercado un producto y “pican piedra” para darlo a conocer… Luego, llegan las cadenas de distribución y crean una marca blanca para lanzar un producto similar cuando ese producto ya está afianzado en el mercado. Y distorsionan la oferta y consumen al consumidor.

BARRIENDO PARA CASA
El presidente de Promarca expuso que los fabricantes generan tres veces más empleo, pagan tres veces más impuestos y generan 10 veces más valor añadido que las marcas blancas. Lo mismo ocurre en el sector ecológico. En todos estos años, hemos visto cómo muchos productores ecológicos se han desvivido para lanzar al mercado productos ecológicos que luego han pirateado las marcas blancas y barriendo sólo para casa. Por no hablar que muchos productos agroalimentarios muy innovadores, como las leches vegetales, por ejemplo, nacieron en el sector ecológico. Luego, la gran distribución pirateó la idea y la traspasó al sector convencional. Es legal, sí, pero bochornoso desde la ética.

DESEQUILIBRIO
En el evento participó también el director de Consumo de la consultora Kantar, César Valencoso, que explicó que el funcionamiento ideal del gran consumo se da cuando existe un equilibrio entre la oferta de los fabricantes y la de las marcas de distribución, de forma que todos los tipos de consumidores pueden encontrar lo que mejor se ajusta a ellos. Sin embargo, Valencoso indicó que actualmente “el mercado se está desequilibrando” porque en la actualidad más de la mitad del surtido de productos en las cadenas de distribución es de marca blanca, algo que, en su opinión, influye decisivamente en la libertad de elección del consumidor. Esto, que no ocurría de forma tan pronunciada en el sector ecológico, está empezando a pasar en no pocas cadenas de súpers ecológicos. Y está destrozando la visibilidad y la supervivencia de las tiendas de toda la vida del sector ecológico. “Hay mucha influencia del surtido (que ofrece un supermercado) en la cesta final. Cuanto más surtido de distribuidor hay, más suben las compras de estas marcas blancas”, se dijo en el citado evento.

ALTA INFLACIÓN
La alta inflación ha sido la gota que, también en el mundo ecológico, ha derramado el vaso. Los precios son altos, a la gente le cuesta llegar a final de mes y, cada vez más, el consumidor busca seguir consumiendo ecológico pero a precios más prudentes. Y las marcas blancas son una salida. Pero esto beneficia a muchos distribuidores en detrimento de las marcas ecológicas tradicionales del sector y de los pequeños productores. ¿Qué hacer? Quizás el tiempo tenga la respuesta. No se le puede pedir a los consumidores ecológicos más esfuerzos de los que están haciendo, pero tampoco podemos dejar el consumo “bio” en manos de la gran distribución, ni siquiera en manos de las cadenas de súpers ecológicos. Se da el caso, incluso, de que cada vez más productores ecológicos producen el contenido de la oferta de grandes distribuidores, que acaban poniendo su nombre en el tarro. Esto repercute negativamente en la capacidad de dinamismo del sector orgánico. Pero el mundo “bio”, que tiene una gran vitalidad, sabrá salir adelante creando alternativas al consumo convencional. Y, además, el esfuerzo de ferias como BioCultura compensa la balanza al dedicar una gran parte de sus esfuerzos a defender los intereses de los pequeños productores y de las tiendas “bio” de toda la vida. Porque dejarlo todo al vaivén del mercado sería un error gravísimo… Ya que “poderoso caballero es Don Dinero”.