Los consumidores “bio” más fieles son los de los productos de limpieza

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Updated: marzo 7, 2023

La alta inflación ha supuesto un frenazo para el sector ecológico. Ya lo veníamos diciendo desde hace meses. Los datos de una encuesta lo corroboran. Aunque el estudio citado deja lagunas que conviene no pasar por alto. Pablo Bolaño comenta el texto del estudio y añade sus comentarios.

Según ha publicado recientemente el Dep. de Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya, UOC, “en España, el 66% de los encuestados querría hacer más por el medio ambiente y el planeta, pero el precio de la vida los priva de ello. Esta es una de las conclusiones del último estudio ‘Connecting with eco-conscious consumers’”. «Todos llevamos un consumidor ecologista y responsable en el interior, pero muchos no son capaces de desarrollarlo por una cuestión puramente monetaria», afirma Juan Carlos Gázquez-Abad, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC. “El contexto económico de estos pasados meses no ha ayudado. La media del índice de precios de consumo (IPC) ha sido un 8,4 % más elevada que la del año anterior, una variación que no se superaba desde 1986”, se señala desde la UOC. «Si al elevado coste que tienen este tipo de productos le unimos el encarecimiento de la vida (luz, energía, alimentación básica, transporte, etc.), es evidente que las aspiraciones ecológicas van a ser aparcadas, a la espera de que el coste de los productos/servicios ecológicos y la capacidad económica del comprador se equiparen un poco más», añade.

CONSUMIDORES ECOACTIVOS
En los últimos meses, desde esta atalaya informativa, hemos venido publicando artículos sobre el frenazo que ha sufrido el sector ecológico en 2022. Sin datos y sin estadísticas, las conclusiones de los diferentes artículos publicados coinciden, en general, con los del presente estudio. Un resumen sería esto:  “Los consumidores cambian de hábitos: un 41% de los consumidores compra más productos reutilizados; un 24% compra más artículos de segunda mano o, por ejemplo, gasta menos; un 41% come menos fast food o cocina más en casa (un 54% lo hace más)”. Soler, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, lo tiene claro: «El consumidor ecoactivo es producto de los valores que tiene, pero, aún y teniéndolos, la situación económica condicionará que adopte un comportamiento más ecoactivo o menos, independientemente de sus valores».

MIGRACIONES
Según el texto d ela UOC, “en el último año, la leche ha aumentado de precio un 37%; los huevos, un 31%; los zumos, un 18%. En general, entre alimentos y bebidas, los precios han aumentado un 15,7%. Según el estudio, más de la mitad (55%) de los consumidores que compran alimentos de marca sostenible ya ha cambiado o tiene la intención de cambiar a marcas no ecológicas debido al coste de vida actual. Un 23% ya ha cambiado de marca; un 32% probablemente cambiará de marca; un 28% quizá lo hará y solo un 17% no lo hará. ¿Es infiel a sus valores?”. «No se trata de infidelidad, se trata de necesidad. Probablemente, el consumidor querría seguir siendo ecoactivo, pero, si no existen posibilidades económicas de hacerlo, tendrá que dejar de serlo. Posiblemente, muchos de estos consumidores que han cambiado de marca o los que indican que cambiarán… modificarán nuevamente su comportamiento cuando su situación económica —o la situación económica del entorno— vuelva a ser favorable», afirma Gázquez-Abad. Pero este estudio no lo dice todo. Calla cosas que nosotros hemos detectado. Por ejemplo, muchos consumidores siguen consumiendo ecológico, pero compran alimentos más modestos (legumbres, por ejemplo), buscan ofertas, se decantan por las marcas blancas que siguen siendo “bio”, compran en grandes superficies con precios más competitivos… Dentro del sector “bio”, aún permanece buena parte del consumo, pero, eso sí, se están dando migraciones.

FIELES E INFIELES
Según el estudio de la UOC, “de entre todos los consumidores, los más fieles son los compradores de productos de limpieza eco. El 20% de los consumidores que compran productos de limpieza de marcas sostenibles no tienen intención de cambiar a marcas no ecológicas a pesar del aumento generalizado de precios. «La mayor ventaja de los productos de limpieza ecológicos es que no incluyen componentes químicos y tóxicos que pueden dañar la salud. Además, la diferencia de precio no es tan acusada», comenta Soler. Pero, principalmente, es la salud el detonante. «Esta mayor conciencia ante productos químicos menos peligrosos y perjudiciales puede estar detrás de este resultado», advierte Gázquez-Abad. De todas la categorías analizadas es la que tiene una tasa menor de abandono. En cambio, la que encabeza la lista es la de productos de bebé. Un 36 % de los consumidores ya ha abandonado las marcas sostenibles, aun siendo un sector muy sensibilizado. «El alto porcentaje de abandono se debe al alto coste que supone mantener el consumo ecoactivo en este caso, dada la frecuencia con que deben comprarse productos y los gastos derivados que supone la crianza», comenta Soler. «Esta industria es de las principales candidatas a que el consumidor abandone marcas más sostenibles pero mucho más caras», concluye Gázquez-Abad.

TODO VOLVERÁ A SU SITIO
No sabemos hasta qué punto las personas que han elaborado el estudio y el texto son personas que conozcan al 100% el sector ecológico. Nosotros sí lo conocemos, desde hace mucho tiempo. Y lo que sabemos a ciencia cierta es que el consumidor ecológico es una persona fiel a sus principios. La inflación de 2022 y de principios de 2023 ha supuesto un terremoto que nos ha alcanzado a todos, claro. Y, obviamente, eso tiene que reflejarse en el sector, habida cuenta de que el mundo orgánico no vive en una burbuja aparte. Pero también hay que decir que las cosas volverán a ponerse en su sitio a medida que la economía restablezca su normalidad. Y eso pasará, tarde o temprano. Hay que tener paciencia. De todas formas, echamos de menos que la Administración tome cartas en el asunto. Si el gobierno español y el europeo quieren una transición hacia la agroecología y la verdadera sostenibilidad, es su obligación facilitar las cosas. Hacen faltas grandes campañas mediáticas de promoción de los alimentos ecológicos, incentivos fiscales para sus productores, grandes compras masivas de instituciones públicas que abaraten los precios, rebajas en el IVA, etc. Sin voluntad política… será muy difícil que todo vuelva a ser como antes. No podemos dejar todo en manos de los bolsillos de los consumidores, bolsillos que cada vez tienen menos poder adquisitivo.