Las claves para que sean digestivas, sanas y ambientalmente sostenibles

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Updated: diciembre 25, 2024

Desde los medios de la UOC, Marga Zambrana nos da las claves para una Navidad sin demasiadas indigestiones. Nosotros añadimos al final, algunas claves más.

1. No llegar con hambre a la mesa
Uno de los errores más comunes es “saltarse las comidas” previas para “guardar espacio” en el estómago antes de la comida principal. Sin embargo, es importante no llegar con hambre, evitando omitir comidas como el desayuno. No hay que saltarse ninguna comida. Un estudio publicado en la Revista Mexicana de Trastornos Alimentarios señala que saltarse comidas puede llevar a comportamientos alimentarios poco saludables, como los atracones, asociados con malestar gastrointestinal y dispepsia.

2. Tener en cuenta las proporciones de cada alimento
Medio plato lleno de verduras y algo de fruta, un cuarto con hidratos de carbono saludables (integrales) y el último cuarto con proteína de calidad (pescado, aves, legumbres, frutos secos). Esta recomendación debería seguirse siempre, ya que forma parte de una educación nutricional básica, y está basada en la guía “El Plato para Comer Saludable”, de Harvard, fundamental para que la comida sea lo más equilibrada posible. Siempre debe haber una parte de vegetal, como ensaladas, cremas, brochetas o timbales de verduras. En cuanto a los postres, la nutricionista recomienda tomar primero fruta ya cortada, como piña o papaya, que ayudará a la digestión, antes de consumir dulces típicos, para así reducir el capricho de dulce.

 3. Comer con tranquilidad, masticar bien
Es recomendable apreciar el tiempo de las comidas navideñas compartido con familiares y amistades. Masticar bien la comida, aprovechar el tiempo entre plato y plato para charlar, dará tiempo a que lleguen las señales de saciedad al cerebro, esas hormonas secretadas por el tracto gastrointestinal que inhiben el apetito.

4. Evitar el alcohol con el estómago vacío
Aparte de aumentar la velocidad de absorción, beber con el estómago vacío incrementa el apetito. Además, las bebidas alcohólicas ralentizan la digestión y provocan digestiones pesadas, por lo que su ingesta debe ser limitada. La mejor bebida para mejorar la digestión es el agua, clave para contrarrestar efectos del alcohol como la deshidratación y para mantener una buena pauta hídrica que ayuda a la regularidad intestinal. El consumo de agua debe estar integrado en una dieta saludable, no solo en estas fechas. Si hay un “antojo” de refrescos, señala Obón, la kombucha es una buena opción al ser rica en probióticos y antioxidantes, pero con cuidado porque tiene trazas de alcohol, gas y alguna contiene azúcares añadidos.

5. Descanso “activo” después de las comidas
Hay que moverse después de comer. Si el tiempo acompaña, salir a dar un paseo ligero es una de las mejores maneras de ayudar al sistema digestivo. Si hay niños en casa, jugar con los pequeños y pequeñas es una actividad recomendable. Investigaciones de la Universidad Goethe de Frankfurt indican que un paseo después de las comidas tiene un impacto muy beneficioso sobre la hiperglucemia postprandial, mejora la motilidad intestinal y reduce la sensación de pesadez. La reducción glucémica es mucho más efectiva cuando se hace ejercicio después de las comidas que antes de ellas.

NOSOTROS AÑADIMOS
-Que los alimentos sean ecológicos
-Que sean, si no son “bio”, al menos, locales
-Si puede ser, que sean de temporada
-Que sean más los alimentos de origen vegetal que los de origen animal
-Que no lleven embalajes de plástico en la medida de lo posible
-Que estén cocinados con amor

Que aproveche