COMPARTOCLIMA BioCultura presenta un manual con soluciones viables para el calentamiento global
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El sábado 31 de mayo, en las actividades paralelas de BioCultura BCN 2025 ubicadas en el showcooking, estará Loli Curto. Esta naturópata-nutricionista especializada en dietoterapia macrobiótica equilibrada, es una habitual de BioCultura y sus talleres, conferencias y videos en su canal son visitados por miles de personas.
Loli Curto es un alma dedicada al bienestar de los demás. Hemos hablado con el recientemente y nos ha dicho: “Actualmente, ante las crecientes enfermedades y desajustes que padece la sociedad, una visión completa de cómo es la alimentación equilibrada macrobiótica… nos permite poner más énfasis en la labor preventiva. Considero que es muy importante el divulgar cuáles son las causas más comunes de los desequilibrios que nos llevan a desarrollar dolencias y enfermedades. Ofrecer una correcta información de cómo debe ser la alimentación diaria nos permite aprender a seleccionar los alimentos adecuados para compensar nuestras deficiencias y excesos, es decir equilibrarnos…”. Y añade: “El equilibrio, como todos sabemos, constituye la piedra angular de la buena salud. Con la participación de esta 31 edición en BioCultura Barcelona pretendo crear un nexo de unión entre salud y alimentación de dos grandes culturas, Oriente y Occidente, ayudando a que la gente tenga un enfoque total de la macrobiótica en todas sus áreas como filosofía de vida”.
FACTORES DE RIESGO EVITABLES
Para Loli Curto, algunas de las enfermedades que padecemos habitualmente se deben a factores de riesgo evitables. Ella dice: “Todos pretendemos vivir más y mejor. Muchas de las causas actuales de desequilibrios, enfermedad y mortalidad están íntimamente asociadas a factores de riesgo evitables, como llevar una alimentación desequilibrada, así como el consumo excesivo de sustancias químicas tóxicas a través de productos ultraprocesados, que nos producen situaciones como la obesidad, la diabetes, la fatiga o falta de energía, junto con el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol… Todo ello forman/son las bases de las enfermedades que pueden acabar siendo graves. Pero aunque parece contradictorio, al mismo tiempo hay una parte de nuestra sociedad que ha aumentado exponencialmente el interés por comer alimentos ‘bio’”. También asegura que debemos “tomar conciencia sobre la importancia de la alimentación y nutrición, incluso ha aumentado la obsesión por cuidar nuestro aspecto físico, hasta llevarlo al extremo. Para los que llevamos años ‘predicando en el desierto’ es gratificante comprobar que las investigaciones clínicas, epidemiológicas y bioquímicas están evidenciando la clara relación que hay entre la alimentación, la salud y el bienestar de una persona. La sociedad actual va evolucionando hacia unos determinados hábitos que buscan una mejor y mayor calidad de vida, pero también por falta de tiempo cada vez más comemos comida rápida ultraprocesada, con muchos químicos y vacía de nutrientes… Y lo hacemos con prisas, y sin pensar en qué es lo que nos llevamos a la boca. Comemos y vivimos con prisas y, al igual que en otros muchos ámbitos de la vida, el estrés suele ganarnos la partida”.
LO PERSONAL
Curto se inició en el mundo “bio” a colación de un tema de salud personal. Ella afirma: “Todo empezó con un problema de salud que tuve a los 18 años. Tras visitar a diferentes médicos y especialistas, me di cuenta de que no podían resolver mi dolencia con la medicina alopática. Es así como conocí la dieta estándar de la macrobiótica. Cambié mi alimentación por completo e introduje unos criterios más equilibrados en mi dieta diaria. Lo puse en práctica el suficiente tiempo como para darme cuenta de que esa experiencia había producido en mí una transformación completa. Fue tal el cambio que decidí dejar mi trabajo de administrativa y abrir un centro de dietética y nutrición, herboristería, terapias naturales y más tarde un restaurante macrobiótico-vegetariano que lo dirigí personalmente”. E insiste: “Me formé años más tarde en la cocina macrobiótica medicinal y la medicina oriental así como la aromaterapia y la fitoterapia. Pero debo decir que todo el conocimiento que adquirí y aprendí, en la teoría, lo fui experimentando de forma práctica durante más de 20 años, asesorando diariamente a clientes particulares que solicitaban orientación dietética, unas veces para prevenir y otras para resolver sus síntomas de patologías… Siempre, a través de la dieta macrobiótica”.
MUNDO “BIO”
En lo referente al sector ecológico, Curto señala: “La buena noticia es que los alimentos ‘bio’ están llegando a las grandes áreas comerciales como habíamos previsto los que estuvimos presentes desde el inicio de este sector. En la actualidad se están convirtiendo en alimentos de gran consumo aunque, como consecuencia de ese gran consumo, algunos de ellos van perdiendo la elaboración artesana. Cuando yo empecé hace 48 años aproximadamente, el mercado de alimentos ecológicos era muy reducido, solo eran consumidores los que se dedicaban como profesionales del sector y las pocas tiendas especializadas que había, pero en la sociedad actual ha crecido muchísimo, la cantidad de consumidores y me hace mucha ilusión ver en los grandes supermercados muchos productos dietéticos y macrobióticos, como la proteína vegetal de soja, el tofu, tempeh o seitán de trigo que yo fui de las primeras personas en elaborarla y en consumirla. Primero, a nivel personal en mi casa, y, poco después, empecé a venderla para los clientes en mi tienda”. Y añade: “Pero en paralelo al aumento del consumo ‘bio’ también está creciendo, desgraciada y exponencialmente, el consumo de los productos ultraprocesados con muchas sustancias químicas que agreden intensamente nuestra salud”.