“La lucha empieza por una agroalimentación ‘bio’ que respete los ecosistemas y las generaciones futuras”
Katia Scherer es la investigadora/socióloga que está detrás del proyecto CompartoClima, que ha visto la luz este año, de la mano de Vida Sana (con la dirección de Montse Escutia) y con el apoyo de la Fundación Biodiversidad. Charlamos con ella en BioCultura BCN y, a pesar del cansancio, se mostró lúcida y brillante. Es una apasionada de la alimentación y una devota de la bicicleta. Procura unir su trabajo y sus pasiones. Es antropóloga y le encanta estudiar al ser humano. Especialmente, todo aquello que vincula al individuo con el universo agroalimentario.
Nunca dudes de que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y comprometidos puede cambiar el mundo.
De hecho, es lo único que lo ha hecho.
Margaret Mead
-¿Qué es exactamente CompartoClima?
-Es un proyecto desde el que se investigan estilos de vida resilientes para combatir el calentamiento global. Se investigan ese modos de vida con el fin de promoverlos.
RECOGER INFORMACIÓN
-¿Y en qué consiste?
-Consiste en recoger información mediante encuestas presenciales (en BioCultura) y online y talleres (en BioCultura) mediante los/as cuales se intenta recopilar información sobre formas de vida bajas en emisiones y resilientes a los cambios del clima. También tratamos, vemos y estudiamos cómo la gente encuestada y tallerista está creando formas de vida eco-nómica y emocionalmente que son capaces de combatir las adversidades climáticas. En ese sentido, es un proyecto transversal…
EJEMPLOS
-¿Nos puedes poner ejemplos?
-Sí, claro. “Y” es una mujer con una familia grande. Viven en una casa muy amplia en el campo. Son muy autosuficientes. Tienen huerto, gallinas, reciclan la ropa, etc. Ella se implicó, en su día, en política… Pero vio que los resultados eran mínimos. Así que decidió pasar a la acción. Está muy involucrada en la unión familiar, en la comunidad, en la no generación de residuos… Reciclan todo. No usan plásticos. Recogen y reciclan agua para el huerto y para la casa. “T” representa a una mujer muy diferente. Tiene una niña. Son una familia monoparental, muy pequeña. Viven en la ciudad, en un piso pequeño. A pesar de las dificultades, también económicas, hace todo lo posible por tener una conducta coherente con sus principios ambientales. Compra todo, o casi, en ecológico, local, a granel. Recicla el agua de la ducha para el inodoro. Evita los plásticos en la medida de lo posible. Son dos ejemplos muy diferentes pero coincidentes en muchas cosas y que muestran una sensibilidad común en los aspectos ambientales y de resiliencia.
ESFUERZO CIUDADANO
-¿Nos puedes explicar algo que te haya llamado mucho la atención?
-A ver… Hay algo que me parece muy bello. La gente tiene unos valores muy coherentes y muy puros. Hacen un esfuerzo notable para acomodar su realidad cotidiana a esos principios. Modifican sus vidas para dirigirlas hacia esos valores. Esto es muy bonito. En algunos casos, realizan un esfuerzo muy notable. Trabajan por el bien común, pese a todo. Porque no es siempre fácil. Incluso con algunos familiares…
“CompartoClima consiste en recoger información mediante encuestas presenciales (en BioCultura) y online y talleres (en BioCultura) mediante los/as cuales se intenta recopilar información sobre formas de vida bajas en emisiones. También tratamos, vemos y estudiamos cómo la gente encuestada y tallerista está creando formas de vida eco-nómica y emocionalmente que son capaces de combatir las adversidades climáticas. En ese sentido, es un proyecto transversal…”
RAZONES PERSONALES
-¿Por qué te metiste en todo esto? ¿Qué razones personales te llevaron a ello?
-Estudié Antropología y Geografía. Y es difícil vivir de eso. Pero en los trabajos que he realizado en Brasil con gente muy pobre, en las favelas, he visto su capacidad de resiliencia y eso me ha emocionado mucho. Hay muchas mujeres, muchas madres, que trabajan por la sostenibilidad frente a todas las dificultades de la vida en muchos lugares del planeta. Y que, en condiciones muy complicadas, trabajan en pos de una soberanía alimentaria y para desmontar las grandes mentiras de la fraudulenta industria alimentaria. La alimentación se ha convertido en una especie de símbolo, de arquetipo, en una especie de motor de un despertar… porque todo el mundo come. La lucha debe empezar por una agroalimentación ecológica y sana y que respete los ecosistemas y a las generaciones futuras. Todo ello me ha conducido a implicarme en proyectos que pongan a la alimentación en el primer foco de la batalla junto con el empoderamiento ciudadano. Porque lo he visto en múltiples ocasiones. Y da muchos frutos.
LA LENTITUD
-¿Cuál es la utilidad de este proyecto?
-Proyectos como CompartoClima son útiles y necesarios. Y debemos seguir en ellos. Es esperanzador ver que algunos fondos europeos se utilizan en proyectos útiles. Pero también te diré una cosa: los políticos tienen que ser rápidos en sus decisiones. No hay tiempo. La urgencia climática puede conducirnos a escenarios devastadores. Nos falta tiempo. Todo esto es urgente. Mira… Cuando empecé a estudiar, se hablaba de “Desarrollo Sostenible”. Luego, de “Transición Ecológica”. Y ahora ya se utilizan conceptos como “Resiliencia”. Y soy joven. Vamos hacia un colapso posible. La política es demasiado lenta. ¿Cómo nos vamos a adaptar a problemas ambientales con tanta lentitud en las legislaciones? Además, las crisis ambientales pondrán en peligro (ya lo están haciendo) la paz mundial. Aunque esto que hacemos es útil, no es suficiente. Hacen falta políticas ambientales y sociales urgentes y valientes que faciliten el camino hacia escenarios menos distópicos. Políticas que faciliten estilos de vida seguros para la salud del ser humano y la del planeta. Y eso tiene que ser PARA TODO EL MUNDO.
LA INFORMACIÓN
-¿Informar a la población es fundamental? ¿Informar de una forma fidedigna?
-Hace muchas décadas que sabemos lo que hay que hacer para revertir las principales encrucijadas a las que nos enfrentamos. Pero no se llevan a cabo las soluciones que sabemos que son efectivas y viables. ¿Cómo le vamos a pedir a la ciudadanía que ponga en marcha ese gran cambio de paradigma si las autoridades están poniendo palos en las ruedas y apoyando todavía a los petroadictos? Estamos asesinando la Naturaleza y con ella moriremos nosotros también. Tenemos que volver a vivir en armonía con el entorno, pero hemos perdido la capacidad para vivir en armonía incluso con nosotros mismos. Lo peor de todo es que el Sistema ha contaminado de tal manera nuestras mentes y nuestras almas que no sé si podemos volver atrás. Pero, ojo, hay esperanza. Hay personas, como las que vienen a CompartoClima, personas anónimas, que están por la belleza y por la regeneración. Y eso me ilusiona. Las soluciones existen y sólo queda implementarlas. Pero falta que la clase política se involucre. Y una cosa importante: las tecnologías y las políticas pueden ayudar a solucionar grandes problemas pero no son suficientes. Necesitamos un real cambio de cosmovisión. Sin esto, y sin herramientas que lo apoyen, no iremos a ninguna parte y nos seguiremos mintiendo a nosotros mismos.