Las infusiones bío, reinas del mercado ecológico
Hace ya algún tiempo que la oferta de tés e infusiones bío va tomando protagonismo en el mercado español. Lo vemos en cada edición de BioCultura, donde las marcas dan a probar sus productos a los visitantes. En BioCultura Barcelona también habrá una gran oferta. Juega a favor de este subsector “bio” la facilidad en la preparación de las infusiones, la diversidad de plantas, precios muy asequibles y los grandes beneficios que aportan al organismo como remedios naturales.
De este mayor interés del consumidor ha surgido un negocio paralelo muy rentable: los locales especializados en los que se organizan ‘catas’ y degustaciones. Porque una oferta tan variada hace necesario que los paladares de los consumidores estén educados a todos esos nuevos gustos y se conozcan las características e indicaciones de cada tipo de infusión.
Aun no disponiendo de datos precisos sobre el volumen de negocio que mueve este sector, la tendencia indica que el crecimiento irá in crescendo en nuestro país, aunque sin llegar por el momento a niveles de otros mercados como los Estados Unidos, donde este año se prevé que el consumo de té supere al del café. El de Gran Bretaña es un caso aparte. El consumo de esta bebida representa un aspecto más bien sociocultural, y gracias a ello la oferta se ha visto ampliada con multitud de variantes (la mayoría procedentes de la camelia sinensis). En cuanto a España, como señala Begoña Cruz, directora comercial de Josenea, “el consumo está vinculado al efecto terapéutico que producen. Los conocimientos ancestrales, los avances en biología y en fitoterapia (terapias a base de remedios naturales) impulsan el consumo de una variedad impresionante de plantas distintas”. Desde Santiveri nos indican que la oferta de tés en España habría aumentado del orden del 10%, aunque también las plantas más tradicionales, las de siempre, combinadas o solas, siguen acaparando una parte importante de la demanda: “Hay un interés creciente en todo lo natural, en el uso de las plantas medicinales y en las tradiciones. También en el placer de preparar una bebida, en el ritual de conversar alrededor de una tisana…”.
En España, las bebidas calientes más comunes han sido las infusiones de manzanilla, el poleo menta o el café, pero poco a poco han ido surgiendo otras plantas o mezclas de plantas, bien de origen europeo como la melisa, la verbena, la tila; o bien más exóticas, como el lapacho, el cáñamo, y especias como el anís, comino, hinojo, jengibre o la canela. Muchas personas optan por un té o una infusión por recomendación del médico en lugar de bebidas excitantes que causan trastornos en nuestro organismo, en algunos casos peligrosos. Por el contrario, una infusión es muy natural para consumir a cualquier hora, incluso antes de irse a dormir.
Natatxa Enrique Calvo es responsable del Dpto. Comercial de la empresa Herbes del Molí-Artemisbio. Ella ve que, detrás de muchos herbolarios y afines, hay gente muy preparada: “A menudo me encuentro con grandes profesionales que llevan muchos años al frente de sus negocios. Están sobradamente preparados: la experiencia es fundamental en todo este mundo. También por tradición hay muchos hijos que continúan con lo que han vivido desde pequeños en sus casas y además se han formado adecuadamente y asesoran puntualmente a sus clientes. Ahora bien, también hay que decir que cada vez se amplían más los horarios en los comercios y se aumenta el número de establecimientos, y es complicado encontrar tantas personas con experiencia. En cualquier caso, nosotros tenemos nuestros productos en todas partes. Hay que facilitar al cliente el que pueda disfrutar de productos ecológicos”. Natatxa también dice: “Nuestros productos están pensados para satisfacer a todos los consumidores, ya que en todo el proceso de elaboración, desde el cultivo hasta el envasado, tenemos en cuenta las necesidades y demandas de nuestros clientes. Obtenemos un producto de altísima calidad para un público exigente y que sabe lo que quiere. Ecológico y asequible no son términos incompatibles, lo estamos demostrando. Afortunadamente cada vez hay más conciencia social en cuanto al respeto al entorno y se piensa más en un mañana con más calidad de vida”.
¿Bío o convencional?
Lo que diferencia a un producto “bio” respecto a otro convencional es la garantía de salud y calidad que aporta el ecológico. Jaime Cortés, CEO de Yerbal, recuerda que “la procedencia de un alimento ‘bio’ respeta el medio ambiente, tanto en su etapa de crecimiento como de producción, garantizando la utilización de semillas ecológicas, tierra y agua descontaminada sin usar en ningún momento del proceso sustancias químicas que puedan alterar el rendimiento o aspecto del producto”. Los tres grandes productores de tés son China (79%), India (11%) y Japón (2,4%), pero dedican una parte muy pequeña de su producción a lo “bio”. A pesar de la apariencia de estas cifras, la oferta “bio” está ganando más adeptos, también en nuestro país, donde la cuota de mercado crece de manera evidente. “Las tiendas ecológicas se han convertido en un negocio típico de cada barrio. El concepto del clásico ultramarino se ha ido adaptando a la demanda de productos ecológicos, redescubriendo además una relación más cercana entre vendedor y comprador. A raíz de esta tendencia han surgido franquicias y cadenas de tiendas especializadas en el sector”, señala la responsable comercial de Josenea, Begoña Cruz, que añade que “la creciente demanda se ha visto acompañada por una necesidad de precios más competitivos y de una variedad cada vez más amplia. La prueba la encontramos en las grandes superficies, donde cada año crece el espacio destinado a productos de procedencia ecológica”.
Quien también tiene muy claro que “lo ‘bio’ es lo mejor” es Mario Cuadrado, director comercial de Aromas de Té. “La particularidad que inclina la balanza hacia el producto ‘bio’ es la calidad. Todo depende de con qué lo compares. Nosotros apostamos por productos naturales, sin aditivos que puedan reducir el sabor y el aroma. Seleccionamos la materia prima de los mejores orígenes, que en el caso de los ‘bio’ pasa por un proceso de cultivo mucho más estricto, por lo que la materia prima es muy superior en todos los aspectos”.