Huevos que son… algo más que ecológicos

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Updated: marzo 12, 2024

Massima Rapella está al frente de Rapella, Uovo di Selva, una empresa italiana de huevos ecológicos cuyas gallinas viven en un bosque. La firma dice que sus huevos son más sabrosos que los huevos ecológicos normales y la están petando. La teoría de la vuelta al bosque de sus gallinas felices ha saltado a la prensa de media Europa.

Las gallinas viven hoy, en el mejor de los casos, en corrales libres. Pero hubo un tiempo en que vivían en los bosques. Los gallos y gallinas actuales son descendientes domésticos del Gallus gallus, un agresivo gallo rojo, de la familia del faisán, que habitaba los bosques del norte de India y el sur de China. Estos animales se empezaron a domesticar en Tailandia antes del 7.500 a.C y llegaron al Mediterráneo hacia el 500 a.C.  

MACROGRANJAS
A partir del S. XIX, se seleccionaron e hibridaron razas para hacer de la gallina un animal muy productivo.  Se trataba de que las gallinas pusieron muchos huevos. Y se acabó en las macrogranjas. Gallinas enjauladas, comiendo piensos transgénicos, sin ver la luz del sol… Un desastre. Pero un empresario italiano las está devolviendo a su ecosistema original: el bosque.

MASSIMO RAPELLA
Massimo Rapella, de 48 años, afirma que se convirtió en criador de pollos por accidente. Hemos leído en “Directo al Paladar”: “Su mujer y él dirigían una ONG educativa en la ciudad de Sandrio, en el norte de Italia, pero cuando estalló la crisis financiera… golpeó duro y el gobierno italiano recortó las empresas sociales. Entonces, decidieron mudarse a un pueblo prealpino, en la región de Valtelina. Consiguieron algunas gallinas para autoconsumo y pronto notaron algo interesante: a las gallinas les encantaba adentrarse en el bosque cercano”. Como cuenta Vittoria Traverso en un reportaje para Atlas Obscura, en vez de limitar sus salidas al bosque, Rapella alentó este comportamiento y vio que, incluso, podía constituir un negocio.

PARA FAMILIAS Y RESTAURANTES
Parece que, al principio, las gallinas tuvieron algún problema de adaptación. Especialmente, con la nieve. Hoy la empresa de Rapella, Uovo di Selva, cuenta con 2.100 gallinas, que habitan en semilibertad –por la noche son encerradas en el gallinero para evitar el ataque de los depredadores–, en una parcela de dos hectáreas de bosque de castaños. Frente a las gallinas en explotaciones industriales, estas no ponen huevos todos los días, pero aun así es posible recoger unos 1.300 huevos por jornada, que Rapella reparte en 24 horas a sus clientes, unas 400 familias y 40 restaurantes de las provincias de Sondrio y Milanese. Adaptar a las gallinas al que fue hace siglos su hábitat natural no ha sido un trabajo fácil. Las primeras gallinas que se adentraron en el bosque estaban completamente perdidas y se asustaban con la nieve, pero poco a poco se fueron a adaptando, comiendo todo lo que encontraban por el suelo, al igual que sus ancestros.

RAPELLA TIENE HUEVOS GRANDES Y NUTRIOCINALMENTE COMPLETOS
La empresa de Rapella tiene el certificado ecológico correspondiente. Pero él asevera que sus huevos son más sabrosos que los huevos de empresas ecológicas al uso. También dice que tienen más proteína, debido a que las gallinas se alimentan en gran parte de insectos. Señala que un huevo batido alcanza tres veces el volumen que uno convencional. La yema de huevo puede incluso cambiar con las estaciones. En otoño, cuando los pollos comen castañas ricas en taninos que caen de los árboles, adquiere un color más oscuro y un sabor más rico. El modelo es sin duda un éxito, pero el granjero italiano se niega a implementarlo en otros lugares. “Mis huevos nacen en este bosque, aquí en Valtelina”, ha dicho Rapella para Atlas Obscura. “Nunca sería lo mismo en ningún otro lugar”.