Galicia desembarcará en Madrid con su producción «bio»
El sector “bio” gallego se presenta en la Villa y Corte Diversas...
Sandra Campos es una conocida ecoactivista colombiana afincada en Catalunya y, concretamente, en Caldes d’Estrac. Desde allí, produce un exquisito producto ayurvédico, el Ghee Caldes d’Estrac, que, al año de su nacimiento, ya explora nuevos mercados fuera de Catalunya y en Portugal.
-¿Qué es el Ghee Caldes d’Estrac?
-El Ghee Caldes d’Estrac es un alimento ayurveda, venido de lndia, con más de 3.000 años de historia, consistente en una grasa pura de alta densidad, sacada de la leche de la vaca –en nuestro caso, ecológica–, a quien los hindúes consideran sagrada. Precisemos que el Ghee no es una mantequilla. Vale recordar que, mediante un proceso artesanal, se le han quitado previamente todos los elementos lácteos, el agua, la caseína, y ha quedado una grasa pura de alta densidad, conocida como colesterol bueno, el cual el organismo necesita en cantidades equilibradas, para realizar muchos de sus procesos diarios.
CÓMO UTILIZARLO
-¿Cómo se utiliza?
-Se utiliza en todo aquello donde coloquemos algún tipo de aceite o mantequilla, para hornear, untar, freír… hacer un buen pastel, pan…; suele utilizarse para aportar un valor nutricional a diferentes platos tanto dulces como salados, acompañar vegetales y también para freír alimentos. Como tiene un punto de humo muy alto, no produce toxina como los otros aceites y grasas. En algunos lugares de India también es utilizado para elaborar diferentes tipos de pan. El Ghee Caldes d’Estrac puede guardarse a temperatura ambiente o refrigerado. Lo mejor es dejarlo fuera del refrigerador: su textura estará más sedosa. Una vez abierto debe consumirse antes de seis meses.
-¿Cuáles son sus cualidades y beneficios para salud?
-Según relata Joyce Villaume-Le Don, en el libro “Dieta Ayurvédica. La guía definitiva”, los textos antiguos reconocen al Ghee «1.000 potenciales de curación, 1.000 efectos y puede servir de base para 1.000 recetas». Entre estas virtudes estarían la de retrasar el envejecimiento, dar energía, proporcionar belleza, encanto y armonía al cuerpo (de ahí su éxito entre algunas celebrities) y estimular las funciones cognitivas. El ayurveda en sus textos nos dice que este alimento… A nivel interno ayuda a: Aliviar el dolor de cabeza, revitalizante, ayuda al control de colesterol, favorece y potencia la memoria, trastornos digestivos como la gastritis, las úlceras…estreñimiento, equilibra el sistema nervioso, ayuda a depurar los intestinos, antioxidante natural, procesos infecciosos y febriles, lubrica las articulaciones… Efectos externos ayuda a: Desórdenes en la piel, eccemas, erupciones cutáneas, como mascarilla facial, alergias, quemaduras
“BIO” Y LOCAL
-Porque es un producto más que “bio”… “ecológico”?
–Como todos los productos “bio” cuida la salud de las personas, pero es “eco” porque, además, cuida el medio ambiente. En los momentos que, como Humanidad vivimos, no solo debemos ocuparnos de nuestra salud, también debemos ocuparnos de cuidar nuestro entorno y ser responsables con todos los seres vivos. Es un producto local. Todo el proceso se lleva a cabo en Catalunya.
-En estos momentos, tu producto ha cumplido un año. ¿Cuál es el balance comercial y emocional de estos 12 meses en la calle?
–En la familia estamos muy contentos y contentas. Nosotros, como productores, hemos hecho la producción y la distribución y hemos logrado llegar a 150 tiendas, cooperativas, agrotiendas, supermercados ecológicos… Ha sido un reto duro para el cual hemos contado con muchísimas manos amigas, que, unidas a nuestro esfuerzo, nos han permitido llegar al punto que nos encontramos. Por lo tanto la emoción que sentimos es de satisfacción, alegría y gratitud. Seguimos creciendo y todo va viento en popa a toda vela. Con mucho esfuerzo, eso sí.
LA EXPANSIÓN
-Ahora que ya tienes cubierto el mercado catalán, ¿aspiras a expandirte hacia el mercado de toda la península?
–Sí, ahora hemos comenzado un movimiento de expansión hacia la Península Ibérica y, en este sentido, parte de lo que haremos será participar en la edición de BioCultura Madrid y Portugal.
-¿Háblamos de tu modelo de negocio?
–Creo que debemos desarrollar modelos de negocios basados en la confianza, la felicidad y no en la necesidad, la depredación y el arrasamiento. La base de la actual economía mundial es la necesidad de las personas y la regulación de los bienes escasos; creo que eso lo debemos cambiar de plano y pasar a modelos de negocio cuya base sea la felicidad, win win para todos, naturaleza incluida, orgánicos, interconectados, aprovechando las bases virtuales para agilizar la comunicación y no utilizar papel. Colaborativos, responsables, cuidadores, satisfactorios. En este sentido estamos construyendo un modelo de empresa consciente, creativo, de proximidad, personalizado, sin créditos bancarios, cobrando – pagando – contra entregas para poder volver a invertir lo generado por las ventas y seguirnos expandiendo, hasta un punto en que veamos que es equilibrado para nosotros y para el entorno.
“El ghee se utiliza en todo aquello donde coloquemos algún tipo de aceite o mantequilla, para hornear, untar, freír… hacer un buen pastel, pan…; suele utilizarse para aportar un valor nutricional a diferentes platos tanto dulces como salados, acompañar vegetales y también para freír alimentos”
VALOR AÑADIDO
-¿Qué valor agregado tiene vuestro ghee en relación a otros productos afines?
-La exquisitez, la textura, el precio, la artesanalidad y sobre todo que cada frasco de Ghee Caldes d’Estrac es cuidado como una joya. Como digo yo, cada frasco viene al mundo con el nombre de la persona para el cual está destinado, simbólicamente hablando. La verdad es que vendemos todo el Ghee Caldes d’Estrac que hacemos.
-¿Cómo articulas tu actividad de ecoactivista con tu tarea de productora del Ghee Caldes d’Estrac? ¿Son actividades complementarias?
-Sí, son complementarias. Ninguna actividad de las que hacemos los seres humanos esta desarticulada del mundo interior o exterior de cada uno/una de nosotros/tras. Somos parte de una red de Vida de la cual también forma parte Gaia, la Tierra, como organismo igualmente vivo. Esta red de vida está constituida por los animales, las plantas, los alimentos, las montañas, las piedras, los ríos y las personas, por lo tanto los seres humanos, como miembros de esa comunidad de vida, debemos ser cuidadores responsables con todo lo que hacemos como personas, ciudadanos y consumidores de ese tinglado, para que la armonía y el equilibrio prevalezcan y la vida se pueda continuar manifestando en este planeta.
CRISIS CLIMÁTICA
-¿De qué manera un producto como el tuyo ayuda a luchar contra la crisis climática?
-Es un producto local. Ahorramos mucha energía en transportes. La proximidad, la ecología, la salud, el buen vivir, el saber vivir con calidad más que con cantidad, con proximidad más que con lejanía, con sencillez y esencialidad, más que con complicaciones, retruécanos, excesos y cosas innecesarias. Este es el secreto de nuestro producto.
-¿Qué significó para ti proyectar tu producto a través de BioCultura BCN? ¿Cómo fue la experiencia?
-Fue perfecto poder presentar nuestro nuevo producto al mercado y entrar directamente de pleno contactando con tiendas, distribuidores y afines. Gracias en buena parte a la agenda de contactos que hicimos en BioCultura y su posterior trabajo, logramos llegar al número de tiendas comentado en esta entrevista de una manera relativamente rápida.
LOS CAMBIOS
-¿Qué está cambiando en el sector de aquí a unos años? ¿Ves peligros en los movimientos del sector ecológico hacia las grandes superficies?
-En cuanto a las grandes superficies, la competencia de los bajos precios en el afán de vender grandes cantidades, si no hay una ética clara, puede afectar a toda la cadena de producción y comercialización de manera negativa, al igual que lo hace cualquier producto que no es ecológico. Es el peligro de los productos que solo son “bio” y no tienen la consciencia ecológica, es decir del cuidado de la persona, pero también del entorno. No podemos seguir repitiendo el esquema de lo que está en crisis, grandes cantidades que afectan la calidad para ofrecer un bajo precio, pero a costa de maltratar toda la cadena de producción, la naturaleza incluida.