«El sector de la alimentación ecológica en Catalunya es líder estatal»

David Torrelles, de 62 años, es productor de fruta dulce de cultivo ecológico en Vilanova de Segrià (Lleida). Desde 2019, ejerce como presidente del Consell Català de la Producció Agraria Ecològica (CCPAE), la corporación pública encargada del control y la certificación de los productos agroalimentarios ecológicos de Catalunya. Estarán en BioCultura BCN.

-¿Cómo veis desde el CCPAE el sector ecológico en la actualidad en Catalunya? ¿Hacia dónde camina el sector?
-El sector de la alimentación ecológica en Catalunya es líder estatal. Somos líderes en empresas transformadoras y comercializadoras, así como primeros en consumo. Catalunya, además, tiene diversificada su producción «bio». Hasta ahora hemos tenido un aumento sostenido de entre el 10 y el 15% cada año. Puedo avanzar que en 2022 también crecimos, no tanto como en otros años, pero seguimos ampliando la base de operadores, la superficie certificada, las explotaciones ganaderas y las actividades agroalimentarias. A pesar de las dificultades presentadas por el encarecimiento o escasez de materias primas o la subida del coste de las energías, seguimos al alza y soy optimista de cara al futuro. El sector ecológico todavía tiene camino por recorrer. Somos el futuro.

OTRAS CERTIFICACIONES NO ECOLÓGICAS
-Ahora todo el mundo habla de sostenibilidad. La posibilidad de que existan certificaciones de sostenibilidad, no ecológica, ¿puede ser un problema por la expansión del sector ecológico?
-La verdad es que no ayuda. El sector ecológico habló claramente en el 2º Congreso Catalán de Producción Ecológica celebrado en Vic el pasado año: demanda no crear más confusión al consumidor, que ya cuenta con un océano de etiquetas existentes. El llamado sello de agricultura “sostenible” que el gobierno catalán quiere crear blanqueará muchas producciones convencionales. La Administración debería apostar por incrementar su apoyo a la producción ecológica, por mejorar su viabilidad, con más investigación, y atacando puntos débiles como la comercialización.

OTROS PELIGROS
-¿Cuáles son los demás peligros que acechan al mundo «bio»: la alta inflación, las grandes distribuidoras, las marcas blancas?
-Que el producto ecológico se extienda por todos los tipos de puntos de venta no es malo en sí mismo. Queremos que se democratice su consumo, pero no a cualquier precio. Hasta ahora al productor de alimentos ecológicos, por lo general, se le ha pagado un precio justo. La presión de la alta inflación no ha ayudado al respecto. Pero quiero que entendamos juntos el valor que aporta la producción ecológica a la sociedad, cuidando del medio ambiente y de las personas. Es necesario incorporar esta variable cuando se valora si un producto es más caro. Quizás no lo es, porque cuando compramos alimentos “bio” invertimos en salud a la vez que contribuimos a proteger nuestro entorno.

POLÍTICAS NECESARIAS
-¿Cuáles son las políticas que deberían hacerse para fortalecer el sector?
-El apoyo de la Administración es fundamental. Como decía antes, es necesario apoyar la investigación, pero también es necesario promover las producciones y el consumo con medidas valientes, como podrían ser la aplicación de un IVA superreducido para los alimentos “bio” o su introducción en los comedores públicos. Y es necesario continuar incentivando la conversión al sistema de producción ecológica, subvencionando la certificación, y defendiendo el prestigio del sello “bio” frente a otros términos como “natural” o “sostenible”, que contribuyen a la confusión.

BIOCULTURA BCN
-¿Qué es BioCultura y qué representa su edición catalana por el CCPAE? ¿Presentará alguna novedad este año?
-Siempre es un placer participar en esta feria tan importante, que en Catalunya ha celebrado ya casi 30 ediciones. Nuestro trabajo en el evento es visibilizar la certificación. Las personas consumidoras deben saber que detrás de un producto ecológico hay una normativa europea muy exigente, unos controles rigurosos que realizamos… Al fin y al cabo, una garantía.