EDUCADORA DEL CUERPO/Núria M. Torres: “Cada persona cumple un rol vital en el cuidado y transformación de nuestro planeta”

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Updated: septiembre 2, 2022

Núria M. Torres ha pasado recientemente por algunas de las diferentes ediciones de BioCultura para dar sus talleres de movimiento con los que los usuarios aprenden a recolocar su organismo y sus emociones. Ella lleva a la práctica todo aquello que resume la ecosofía de BioCultura, tanto en lo fisiológico como en lo emocional. Aquí, nos da las claves para, con el movimiento, aprender a resituarnos en la vida de la forma que sea más beneficiosa para nuestro organismo y para el cosmos.
 
-Núria, ¿qué relación hay entre el cuidado del cuerpo y el planeta?
-La frase del maestro budista Thich Nhat Han: “Cuando volvemos a nuestro hogar corporal y cuidamos de nosotros, no solo sanamos nuestro cuerpo y nuestra mente, sino que también contribuimos a la sanación de la Tierra. La Tierra es un hermoso planeta…”… lo dice todo. En estos momentos es muy importante desarrollar mayor conciencia ante todos los acontecimientos, informaciones y cambios que se están produciendo a nuestro alrededor. Para mí, tomar conciencia de nuestro cuerpo, emociones, pensamientos y desarrollar una percepción más amplia de lo que somos… es un camino, entre muchos otros, que nos lleva a sentirnos y descubrir más allá de nuestro entorno más cercano, porque somos parte del mundo y nuestros actos son importantes al repercutir de manera directa en la naturaleza que nos rodea. También añadiría la importancia de descubrir qué es la vida, cómo la vida late en tu cuerpo, valorarla y saber vivirla, no desde los estándares que nos han impuesto (consumir, tener, lograr…), sino valorando cada instante, valorando el momento presente, cultivando estados de mayor conciencia planetaria, desde ti, desde lo más profundo de ti y aprender a recuperar herramientas desde nuestro cuerpo para conectarlo todo.

TOMANDO CONCIENCIA
-Nuestro planeta está sufriendo consecuencias inimaginables… ¿Qué rol puede jugar cada persona para minimizar riesgos?

-Cada persona cumple un rol vital en el cuidado y transformación de nuestro planeta. Podemos ser más conscientes en nuestros actos cotidianos: qué tipo de alimentos consumes, evitar los plásticos, consumir los recursos naturales con respeto, cuidar el entorno, qué tipo de ropa compras, etc.

-Algunas personas viven los cambios con frustración y miedo… ¿Cómo podemos combatir este estrés?
-Es muy importante comprender los procesos por los que pasamos y que nos hacen sentir vulnerables. Cuando hablamos de estrés necesitamos reconocer cómo nos afecta para poder transformar esos síntomas. Y para ello es importante la educación. Entender qué nos pasa… nos ayuda a involucrarnos en dicho proceso y conseguir un mayor equilibrio y bienestar. En mis clases, la gente aprende anatomía y fisiología básica, aprende a recolocar su cuerpo implicándose en el proceso, los animo a moverse de diferentes maneras y también a realizar pequeños movimientos sintiendo todo lo que se mueve dentro de ellos y aprender a acompañarse en momentos de estrés o cualquier circunstancia que les provoque malestar. Para mí, este camino ha sido vital en mi desarrollo personal. En mis sesiones de conciencia corporal no hay errores ni exigencias, hay amabilidad, compasión y libertad para disfrutar de cada movimiento.

CONCIENCIA CORPORAL
-Nos cuesta comprender los beneficios de la conciencia corporal… ¿Cómo podemos ponerlos en práctica?

-Cuando estamos dispuestos a tomar conciencia, podemos activar nuevos hábitos y ser más creativos, ver las cosas desde un prisma más amplio y generar cambios que sean los mejores para ti y para todos. Esta práctica requiere constancia, perseverancia y mucha ilusión. Durante mi experiencia he notado que las prácticas en grupo o con mi acompañamiento son el despegue hacia un camino de autodescubrimiento que te empodera y llena de bienestar.

-¿Por qué consideras que es importante difundir el autocuidado?  
-El autocuidado va más allá de cuidar tu salud o practicar una clase de yoga a la semana. Creo en el deber de cuidarnos por dentro, de reconocer aquello que no se ve, pero forma parte de ti. Si te preguntas: “¿Con qué emociones te alimentas cada día? ¿Qué palabras o actos cultivas en ti y con los demás? ¿Cómo te tratas y te hablas a ti misma?”. Esto es autocuidado. No es solamente a nivel físico, también es mental, emocional y te abre a tu propio mundo espiritual. Este año, en la feria BioCultura, noté el interés que generó la charla que di sobre el autocuidado. La acompañé de música en directo e invité a los participantes a vivir un viaje de conexión con el cuerpo: bailando, sintiendo y compartiendo experiencias para volver a uno mismo y tener un encuentro con el otro, más real, desde la presencia y sentir que no estamos solos en este viaje de vida. Las reflexiones finales de los visitantes me emocionaron. Hoy en día, la tecnología nos llena de soluciones saludables pero pocas cosas pueden sustituir a la experiencia pasada por el cuerpo.
 
TRABAJANDO CON EL CUERPO
-Cuéntanos… ¿Cómo ha sido tu proceso de aprendizaje de este mundo de la conciencia corporal y cómo son tus clases?

-Desde el año 2003  trabajo con y desde el cuerpo. Empecé practicando danza y me di cuenta de que esa era mi medicina en unos momentos donde pasé mucho estrés, ansiedad y me sentía desconectada de la vida. Nada me transmitía calma, alegría ni ilusión. Esto me llevó a estudiar Danza Terapia mientras atravesaba por procesos de terapia creativa, psicocorporal y psicológica. Además, el yoga me ayudó a cultivar el silencio, la calma y la atención durante estos últimos años. La Educación Somática y la Anatomía Experiencial me han cautivado porque me han permitido conectar todas mis experiencias relacionadas con el cuerpo y en ello estoy, soy una eterna estudiante o sadhaka (aspirante a yogui).
Por otro lado, mis clases están dirigidas a todos los cuerpos. Desarrollo mis sesiones desde el Hatha Yoga y lo que marca la diferencia es que combino la profundidad de lo somático, la frescura de la anatomía experiencial y mi pasión por el movimiento. En todos estos años, como educadora del cuerpo, veo cómo mis alumnos se ilusionan por la práctica y desarrollan una mayor fluidez, libertad y conciencia de su cuerpo y además ellos mismos integran estas herramientas en su vida.
 
LA PRÁCTICA
-¿Cómo llevas a la práctica todo lo que nos has explicado?

-Llevo junto a mi pareja un estilo de vida sencillo e intentamos consumir de una manera responsable. En mi caso evito comprar productos muy envasados. Hago un uso responsable del agua: agua de lavar platos, duchas y lavadora la utilizo para echarla al baño. Me ducho con 5/6 litros de agua que recojo de la lluvia; y esta misma es la que utilizamos en casa para regar las plantas. Tenemos cocina y horno solar y nuestro pequeño huerto ecológico de consumo propio. Todos los productos de higiene personal y limpieza son artesanales o comprados a granel; y habitualmente uso ropa de segunda mano. Cada día me regalo un espacio y momentos para meditar, hacer yoga y otro tipo de prácticas como, por ejemplo, el baño de sol en los ojos, respirar conscientemente, bailar… Aunque nuestra vida está rodeada de un ritmo acelerado, trato de mantener una vida tranquila, con proyectos que me ilusionan y me dan energía.

LAS CLASES
¿Qué me voy encontrar cuando vaya a tus clases o talleres?
Encontrareis una clase de yoga terapéutico y restaurativo combinado con técnicas somáticas, de respiración y algunas dinámicas de movimiento individual o grupal que suman en cada “viaje” hacia el cuerpo. Mi trabajo está dirigido a todo tipo de personas, desde la que nunca se ha movido… a personas que están pasando por procesos de enfermedad o recuperación de cualquier tipo de patología, practicantes de yoga y atletas que a causa de su entrenamiento descubren una práctica que compensa todo el esfuerzo que han de realizar. Actualmente imparto talleres y curso de conciencia corporal y autocuidado en Cruz Roja y este año inicio un bonito proyecto de yoga y autocuidado con FEM (Fundación para la Esclerosis Múltiple).