CRISIS GLOBAL DE OPIOIDES/PURDUE PHARMA/Asesinos con corbata

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Updated: octubre 4, 2022

Seguimos con la iatrogenia. Problemas sanitarios creados por la propia industria sanitaria. Uno de los más llamativos de los últimos años: la crisis de los opioides, que ya es global. Fármacos que crean adicción y sobredosis por su potencia. Un ejemplo: OxiContin. Detrás, Purdue Pharma. Tras años de miles y miles de muertes en USA, con el beneplácito de miles de doctores fraudulentos que lo recetaban a cascoporro y de farmacias que los vendían, y con el “mirar hacia otro lado” de las instituciones competentes, la familia Sackler llegó a atesorar una fortuna de 13 mil millones de dólares. Cuando la lluvia de sentencias les cayó encima, la empresa se declaró en bancarrota. Pero ellos siguieron siendo megamultimillonarios.
 

La epidemia de opioides en Estados Unidos empezó en la segunda mitad de la década del 90 y las víctimas se siguen contando en decenas de miles cada año. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., «entre 1999 y 2019, casi 500.000 personas murieron a causa de una sobredosis relacionada con algún opioide, ya sea ilegal o recetado por un médico». Sin contar las sobredosis por otras drogas que no son opioides. Solo en 2019, alrededor de 136 personas murieron cada día a causa de una sobredosis de opioides y representaron más del 70% de las muertes por sobredosis de drogas. “La Vanguardia” publicaba hace poco que cada día mueren 200 personas en USA por sobredosis de opioides: fentanilo. Muchas de esas personas son adolescentes.

OXICONTIN
El OxiContin, por ejemplo, lleva recetándose más de dos décadas en USA para afrontar el dolor. Pero crea adicción sí o sí. Y se ha recetado en cientos de miles de ocasiones para dolores livianos. El resultado es: cientos de miles de muertes. Y una familia, los Sacker, megamultimillonarios. El desastre aconteció porque en EE.UU. la sanidad es privada. Cualquier doctor con pocos escrúpulos puede recetar OxiContin. Nadie preguntaba si el paciente tenía dolores o no. Se enganchaba gente que padecía dolores grandes o pequeños y otras personas que, simplemente, querían colocarse sin tener que bajar a los bajos fondos a buscar otros estupefacientes. Algunas consultas médicas estaban abiertas día y noche para recetar OxiContin. Muchos hijos/as de pacientes de dolores crónicos se engancharon y acabaron tirados en una cuneta por robarles a sus padres las pastillas que guardaban en la botica. Se han dado y se dan casos de familias enteras enganchadas. Se enganchaba gente que necesitaba seguir trabajando, o terminar una gira, o lo que sea. Y acababan muertos por sobredosis sin quererlo ni beberlo, pues el fármaco es tan fuerte que, si te pasas un poco, ya te viene a visitar la de la guadaña. Mientras, los propietarios de Purdue Pharma señalaban en los juicios y ante la prensa que no tenían constancia de que sus fármacos causaran adicción ni tampoco sobredosis. No se puede ser más cínico. Miles de doctores recetaban el fármaco sin tener ni idea de lo que es el juramento hipocrático. Pero todos se forraban. También los visitadores médicos, las farmacias, etc. Y todo a costa de la salud física y mental de millones de personas. ¿Dónde estaba la justicia para poner orden? Lentas, con intereses oscuros y demasiado burocratizadas, las fiscalías estadounidenses llegaron tarde. Cuando empezaron a actuar, el OxiContin ya se había cobrado cientos de miles de vidas desde Luisiana a Nueva York.

¿Y EN ESPAÑA?
«Hay varias situaciones que son diferentes a Estados Unidos. La receta electrónica funciona de filtro para saber cuál es el consumo. También la historia clínica compartida entre Atención Primaria y hospitales permite conocerlo», dice Mara Sempere, miembro del grupo de utilización de fármacos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), según publica “El Español”.  Francisco Pascual, presidente de Socidrogalcohol, ha señalado a los medios que «en Estados Unidos funcionan mucho con la sanidad privada. Eso quiere decir que una persona va a la consulta del médico, le hace una receta, va a la farmacia y la compra. Hay una transacción económica que no pone el freno necesario». Además, como se ha visto durante toda esta crisis, ni doctores ni farmacéuticos le hacían ascos a un dinero manchado de sangre, especialmente de sangre muy joven. Se limitaban a cobrar sin hacer preguntas. Hay casos tan escandalosos que da vergüenza ajena. Durante años y años, cualquiera con la licencia pertinente abría una consulta en barrios marginales o no… y a traficar con drogas perfectamente legales. Algunas consukltas médicas parecían más pubs o bares que clínicas contra el dolor. Y todo a la luz del día. Así, durante décadas. Todo apunta a que en España y en Europa la cosa no será así. Pero no se puede bajar la guardia. La crisis económica, la falta de posibilidades de futuro, la alta inflación… Cuando hay crisis económicas, las adicciones aumentan. Está comprobado. Las estadísticas no son claras. Algunos dicen que en España la cosa no va a ser dura. Pero otros medios suben el clima de alerta.

NEGRAS PERSPECTIVAS
Empresasconsalud.com ha publicado: “Tramadol, morfina, oxicodona, fentanilo… El consumo abusivo de opiáceos se ha convertido en un grave problema de salud pública en Estados Unidos y se está trasladando a otros países como España donde, en los últimos años, se han disparado las alertas sanitarias por su consumo. De hecho, tal y como muestran las estadísticas de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes en un informe realizado por el Ministerio de Sanidad con datos de 2020, España se ha convertido en el tercer país con mayor consumo de fentanilo, solo por detrás de Alemania y Estados Unidos. En concreto, se ha detectado un aumento de un 53,6% de las dosis por cada 1.000 habitantes al día desde el año 2013 a 2020, pasando de 3,57 a 5,48, y siendo el fentanilo el principio activo de mayor consumo, al representar el 50,2% en el uso de todos los opiáceos. Por su parte, en Estados Unidos, la crisis de opiáceos sigue candente y es un problema reconocido de salud pública. Los últimos estudios realizados a escala nacional en el país estadounidense han puesto de manifiesto que la tasa de paradas cardíacas relacionadas con los opiáceos ha aumentado considerablemente y ahora está a la par con la tasa de paradas cardíacas por otras causas”. En USA, el abuso de opioides es la mayor causa de muerte evitable.  ¿Pasará lo mismo en España? Quizás no, pero hay que estar alertas.