COSMÉTICA ECOLÓGICA/INMA LÁZARO, de AINA DE MÔ “Somos una marca ‘de autor’ y respondemos de nuestra línea como un artista respondería de su obra”

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Updated: octubre 20, 2020

Inma Lázaro, al frente de Aina de Mô, nos dice: “Somos una empresa familiar basada en Barcelona. Somos artesanos. Fabricamos maquillaje y cosmética de calidad premier en nuestro propio laboratorio, junto al Parque Natural de Collserola. Creemos en la economía circular, utilizamos proveedores de km0 tanto como es posible y no compramos a países donde no se respetan los derechos humanos. Toda nuestra línea es vegana, ¿cómo no? La belleza es incompatible con la crueldad. Además de ser naturales y eco-certificados, todas nuestras formulaciones están libres de agua, conservantes y gluten”. Charlamos con esta artesana de una de las empresas de cosmética ecocertifica con más arraigo en el sector orgánico.

“Estudié Filología Inglesa en la Universidad de Barcelona. Al acabar me fui a Nueva York a desarrollar mi gran pasión: la música, sobre todo el Jazz, cosa que hice. Viví allí 12 años. En los 90, de casualidad, conocí la técnica y concepto del maquillaje mineral, sin sospechar dónde me llevaría dos décadas más tarde. Me gusta leer, escribir y aprender. Me fascinan los colores (de hecho, creo que me hablan). Soy una soñadora que intenta mantener un pie en el suelo. Necesito crear tanto como necesito respirar”, señala Inma.


DESDE LA ADOLESCENCIA
-¿Cómo te introdujiste en el mundo de la ecocosmética y por qué?
-Por un lado, desde adolescente me ha interesado el mundo de lo natural y he utilizado productos naturales. Por otro lado, en general, y en todos los aspectos de la vida, cuando las opciones que tengo delante no me convencen, me pongo manos a la obra para buscar soluciones alternativas. Nunca encontré un maquillaje satisfactorio parar mí, así que al final lo hice yo misma. El origen de todo fue un taller sobre maquillaje mineral al que tuve la suerte de asistir en los años 90, cuando vivía en Nueva York.
LA CERTIFICACIÓN
-¿Quién te avala y por qué? ¿Con qué certificación cuentas?
Estamos certificados por BioInspecta-BioVidasana. Todas las formulaciones son nuestras. Fabricamos desde cero con materias primas de alta calidad que nos esforzamos mucho en seleccionar. Nos avalan 6 años de clientas contentas que nos dedican palabras preciosas. Ya sea por filosofía o por diversos problemas cutáneos, muchas mujeres han encontrado en nuestra línea una opción que les hace felices. Eso es lo que realmente nos mueve y nos da ánimos para seguir luchando y seguir mejorando. Eso da sentido a absolutamente todo.
-¿Qué tienen tus productos que los hace diferentes?
Todo nuestro concepto sobre el maquillaje es diferente. Hemos creado un concepto y un método nuevo porque creemos que hay muchas más mujeres ahí fuera que al igual que yo, encontraban a faltar una manera diferente de poder mejorar el aspecto de su rostro. Somos una marca “de autor” y respondemos de nuestra línea como un artista respondería de su obra. Somos súper accesibles y nos enfocamos particularmente en la atención personalizada. Estamos aquí para ayudar a que las personas puedan sentirse a gusto consigo mismas y además disfruten al hacerlo. Utilizamos cristales naturales como dosificadores: ¡eco, hermoso y vibracional!


“El ‘greenwashing’ no solo abunda, sino que creo que aumentará. Conforme se hace evidente que la población valora cada vez más los ingredientes naturales, más y más marcas sienten que tienen que apuntarse al tren. Desgraciadamente, en lugar de hacerlo con todas las de la ley, creen que basta con poner fotos de plantas en la caja y hacer marketing… para subirse al carro”


LA DISTRIBUCIÓN
-¿Cómo es vuestra distribución y quiénes son vuestros clientes?
-Lo divertido es que a muchas de nuestras clientas ni siquiera les ha gustado nunca el maquillaje, pero nuestros fabulosos minerales son mucho más que maquillaje: son una herramienta de autoestima y empoderamiento. Te sorprendería saber qué porcentaje de mujeres no están contentas con el aspecto de su piel. Más bien, ¿quién lo está? Muy pocas. No tenemos por qué conformarnos con eso. Aportamos una solución práctica, saludable y agradable, que levanta el ánimo y cuida la piel. Distribuimos principalmente a través de profesionales que puedan asesorar adecuadamente a la persona que quiera ser usuaria de Aina de Mô.
-¿Cómo ves el subsector de la ecocosmética en nuestro país actualmente?
-Yo creo que hay mucha más apreciación por lo natural de lo que se pueda creer. También hay mucho sentido de la estética, que además se decanta hacia una belleza más auténtica y real. Lo artificial no tiene tanto arraigo aquí como en otros entornos. Todos estos factores son un buen caldo de cultivo para la ecoestética. Asociaciones como Vida Sana y eventos como BioCultura han ayudado mucho a crear comunidad y ayudar a poner en contacto a los productores con los usuarios.

 

GREENWASHING
-¿Todavía abunda el greenwashing? ¿Cómo se puede luchar contra él?
No solo abunda, sino que creo que aumentará. Conforme se hace evidente que la población valora cada vez más los ingredientes naturales, más y más marcas sienten que tienen que apuntarse al tren. Desgraciadamente, en lugar de hacerlo con todas las de la ley (lo cual estaría bien), creen que basta con poner fotos de plantas en la caja y hacer marketing… para subirse al carro. Pero la buena noticia es que, a su vez, la gente está cada vez más informada. La información es sin duda la mejor arma.
-¿Hacia dónde va el mundo ecológico?
Espero que, a medida que crezcamos, en el mundo ecológico sepamos no repetir los errores que hemos visto en el “main stream”. Espero que realmente demostremos, tanto con nuestros productos como con nuestra actitud, que realmente se trata de caminar hacia un mundo mejor.

 

POSTCOVID19
-¿Cómo va a ser el mundo postCovid19 en lo que respecta a las ventas de cosmética ecocertificada? ¿Se vende ya más online?
Esta pandemia ha acelerado el proceso de adopción de recursos digitales por parte de todos: profesionales y usuarios. Tiene ventajas e inconvenientes, no sé si es para bien o para mal, pero es lo que hay. Personalmente, creo que como más se vende es con el contacto presencial, sintiendo cómo vibra la persona y estableciendo vínculos humanos. Pero como decía Bruce Lee: “Be water, my friend”… Hay que saber adaptarse a las situaciones y reinventarse todo lo que haga falta. En el fondo, seguimos siendo los mismos con las mismas necesidades, las mismas dosis de buenos-malos momentos, los mismos temores y las mismas esperanzas.