BIOCULTURA MADRID 2025 / Notable presencia de mujeres entre los expositores en la feria

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Updated: agosto 26, 2025

BioCultura Madrid 2025, del 6 al 9 de noviembre en Ifema, contará con una más que abundante presencia de ecoemprendedoras. El porcentaje de mujeres en el sector “bio” es notablemente superior de otros sectores de la economía española. También son mayoría las mujeres entre los asistentes a la feria.

Quienes no se mueven no notan sus cadenas

Rosa Luxemburgo

BioCultura representa un sector de la economía española en el que las cosas son diferentes al mundo empresarial en general. Partiendo, por ejemplo, desde su entidad organizadora. Efectivamente, Vida Sana, declarada de Utilidad Pública, entidad sin ánimo de lucro que organiza BioCultura, lleva décadas dirigida por mujeres. El ejemplo de esta ONG lo vemos replicado en muchas empresas del sector ecológico. Algunas de ellas participan en BioCultura. Otras… no. Pero el ejemplo se repite en unas sí y en otras también. En el mundo “bio” hay más trabajadoras y directivas que en la economía común y masificada. Y, especialmente, en las empresas asociadas a la agricultura y la ganadería convencionales, ámbitos en los que, al menos en lo que respecta a los cotizantes y directivos, han sido hasta hace poco guetos de la omnipresencia masculina… También hay más féminas que varones en lo que respecta a las visitas a la feria.

ALGUNOS DATOS DE BIOCULTURA
Marc Font capitanea en BioCultura toda la parte técnico-informática. ¿Cuál es la presencia estadística de mujeres en BioCultura aproximadamente? Font señala: “Las mujeres lideran las visitas a la feria. Representan un 73% de los visitantes. En el caso de las empresas, representan un 52% (he tomado como referencia los datos de BioCultura BCN 2025, pero en otros casos los resultados serían similares)”. ¿En qué medida estas mujeres forman parte del equipo directivo de la empresa o son simples trabajadoras? Font responde con los datos sobre la mesa: “Del 52% de mujeres expositoras, el 70% son directivas/autónomas que tienen su empresa y el 30% restante… serían trabajadoras”. En el conjunto formado por las empresas en España, en general, la presencia de mujeres en los consejos directivos no supera el 25%, según datos del Gobierno. Si observamos los órganos de decisión más importantes, el puesto de presidente está ocupado por una mujer en el 18,39 % de los casos y el de dirección general en un 14,49 %.  ¿En qué medida te parece que estos datos no representan a las empresas presentes en BioCultura? Dicho de otra manera: ¿La presencia de mujeres directivas entre los expositores de BioCultura es mayor, en general, que entre las empresas españolas de la economía convencional?“Sí. Los datos hablan por sí solos. Porque en el sector ecológico muchas empresas son producto de la ecoemprendeduría de mujeres muy valientes que se han lanzado a la aventura del emprender en solitario o que, también, están al mando de empresas familiares. Las mujeres son muy sensibles a los asuntos de salud ciudadana y a los medioambientales”.

PRESENCIA FEMENINA EN EL TEXTIL SOSTENIBLE
Juan Carlos Moreno es director comercial de BioCultura. Señala: “La moda sostenible está comandada por mujeres en un alto porcentaje. Son las que impulsan este sector, tanto en creación de asociaciones como empresas artesanales o de distribución. También son, sobre todo, las consumidoras. En un estudio del 2023 se indica que las jóvenes Millenials y la Generación Z están más concienciadas en la moda sostenible, ya sea de creación nueva o de segunda mano”. Moreno continúa: “Los jóvenes, pero especialmente las jóvenes, están tomando conciencia en no comprar más de lo que se necesita y, cuando consumen, lo hacen de forma ética buscando prendas de confección local, tejidos nobles y ecocertificados, prendas de alquiler o de segunda mano”. Y zanja: “BioCultura es un reflejo del interés por una moda con conciencia con empresas lideradas por mujeres como Glòria Figueres de Blaugab, empresa de distribución de textil certificado para todas las edades y géneros; Icíar Martín, de Añino Merina, que diseña y fabrica calzado con base de lana merina dentro de un proyecto de recuperación de este sector; o Yenny F. Ríos, de Muare, que utiliza tejidos nobles mezclando diseños tradicionales pero actualizados. Estas tres emprendedoras del textil sostenible son un claro ejemplo de iniciativas de cambio que apuesta por un negocio que respeta el medio ambiente y crea proyectos para recuperar tradiciones”.

MAYORÍA ABSOLUTA EN LA ECOCOSMÉTICA CERTIFICADA

Si hay un sector dentro del mundo “bio” en el que las mujeres son mayoría aplastante es el universo de la ecocosmética certificada. ¿Pero es así realmente? ¿Qué porcentaje de mujeres están al servicio de empresas en las firmas expositoras de ecocosmética de BioCultura y/o de las empresas que son certificadas por BioVidaSana? Montse Escutia, al frente de Vida Sana, señala: “Es verdad que el sector de la cosmética econatural tiene una contundente presencia femenina. Hay bastantes casos de mujeres que empezaron a elaborar sus propios cosméticos y luego decidieron ecoemprender. Convierten algo que les gusta, su propio cuidado personal, en un negocio. A veces están muy formadas, son químicas o farmacéuticas, y montan su propio laboratorio. En otras ocasiones tienen muy claro lo que quieren y contactan a un laboratorio especializado para que les fabrique siguiendo sus directrices”. Y añade: “Pero la presencia de hombres no es menospreciable. Es difícil dar datos respecto a las empresas expositoras en BioCultura, porque hay una cierta variación en cada feria, pero respecto a las empresas certificadas podríamos hablar de un 65% mujeres versus un 35% hombres, aproximadamente, aunque también hay casos de empresas donde hombres y mujeres comparten el liderazgo”.

ESPERANZA PARA EL CAMBIO

En España, la presencia de mujeres en el mundo rural y agrario continúa avanzando, pero todavía es relativo. Los retos son varios: decir adiós a la brecha salarial, más reconocimiento y visibilidad para la mujer campesina/ganadera, mayor presencia en los puestos de decisión… Ángeles Parra, una de las pioneras de la España del S. XXI que mejor conoce el mundo “bio” desde sus inicios, ha señalado: “El universo rural se vacía en un proceso que, cada vez más, nos alarma más por su imparable ascensión. Las primeras en marcharse son las mujeres y, además, las jóvenes: jornaleras, artesanas, agricultoras, ganaderas, silvicultoras, pescadoras, cocineras, posibles emprendedoras… Sin embargo, en la producción ecológica, destaca la presencia de mujeres empresarias en esa España vaciada que se resiste a tirar la toalla. Su participación en la gestión y en roles de liderazgo está creciendo, y también se registra un porcentaje mucho mayor en el empleo de mujeres trabajadoras asalariadas. Es una esperanza para el cambio hacia una eco-nomía más sana y equitativa”.  Parra añade: “La producción ecológica fija población en los entornos rurales y protege más a la mujer. Este es otro de los valores de la producción ecológica y que se pone pocas veces de relieve. Necesitamos más agricultura y ganadería orgánicas para fijar población joven (y femenina) y frenar el éxodo rural porque esta otra forma de producir alimentos y servicios aporta ilusión, rentabilidad económica y calidad de vida, y un futuro digno para todos”. Parra también confiesa: “Y todo esto lo comprobamos siempre en BioCultura. Muchas de las empresas participantes están gestionadas por mujeres, y numerosas féminas emprendedoras deciden apostar por la producción ecológica como vía, no solo sostenible, sino también duradera, para su camino profesional. También en el mundo de las ONG’s destaca la presencia de jóvenes mujeres, que no únicamente denuncian el caos medioambiental, sino que ponen en evidencia los retos a los que nos enfrentamos como humanidad y aportan soluciones viables y seguras para ese futuro verde que queremos todos”. Para finalizar, Parra zanja: “Uno de los aspectos más destacados del informe del CAECV (Comité d’Agricultura Ecològica de la Comunitat Valenciana) sobre 2024 es el perfil de los nuevos operadores ecológicos: la edad media es de 50 años, notablemente inferior a la media del sector agrario convencional (56 años), y un 30% de las explotaciones están lideradas por mujeres, lo que demuestra un aumento de la incorporación femenina y juvenil al campo valenciano. Sin duda, grandes noticias. El sector ecológico es un gran motor de cambio social”.

TINA ANDRÉS, DE BÖLW
Tina Andrés, presidenta del máximo organismo ecológico BÖLW, ha dicho recientemente: “Cada vez vemos más mujeres que desarrollan soluciones estratégicas, integradas y rentables a lo largo de la cadena de suministro ecológico para abordar el cambio social, político e intergeneracional que es urgentemente necesario. Queremos dar visibilidad a las mujeres del sector agroalimentario. Mujeres independientes e indispensables como agentes del cambio, protagonistas y modelos a seguir”. También ha añadido: “El futuro es femenino. Mujeres muy motivadas y creativas están cambiando permanentemente el futuro de la alimentación y la agricultura. En todo el mundo, las mujeres están rompiendo los techos de cristal con valentía y determinación y están desarrollando innovaciones sostenibles para mejorar la agricultura del campo a la mesa. Las mujeres están creando equipos integradores que aportan una amplia gama de puntos de vista al proceso de toma de decisiones, lo que en última instancia aumenta nuestras posibilidades de éxito para los seres humanos y el planeta. De este modo, el sector ecológico atraerá el talento que necesita para su viabilidad futura”.