Galicia desembarcará en Madrid con su producción «bio»
El sector “bio” gallego se presenta en la Villa y Corte Diversas...
El sector ecológico necesita un apoyo sin fisuras de ayuntamientos, gobiernos autonómicos, instituciones europeas, gobierno central… El planeta y las crisis a las que nos enfrentamos requieren la toma de medidas urgentes. Necesitamos políticos valientes que se atrevan a legislar a favor de un sistema alimentario, el agroecológico, si de verdad se toman en serio la crisis climática y de biodiversidad que ya estamos sufriendo. BioCultura aporta la visibilidad que el sector bio necesita y que la clase política ha olvidado. Y es una forma de reivindicar lo que el planeta y la ciudadanía reclaman.
Si destruimos la Naturaleza, si “incendiamos” el clima, si acabamos con la biodiversidad y si enfermamos a los consumidores, ¿cómo de distópica será la economía del futuro? Y lo peor de todo: todos estos problemas ya están aquí y, si no actuamos con urgencia, la gravedad de la distopía puede posibilitar escenarios cada vez más hostiles.
POLÍTICAS TRANSVERSALES
BioCultura en A Coruña ha contado, en su última edición, con el apoyo económico de la mayoría de administraciones gallegas, lo que representa una pelota de oxígeno para el sector “bio” gallego. Pero lo que necesita el sector, en general, y el catalán, en particular, es que las ayudas no sean puntuales sino constantes, transversales y que no dependan de quién gana las elecciones. El sector orgánico pide incentivos fiscales para esta producción limpia y con futuro; demanda grandes campañas mediáticas que expliquen a la ciudadanía todas las virtudes (nutricionales, sanitarias, ambientales, climáticas, sociales, rurales, paisajísticas…) de la producción ecológica; y también pide que, desde la Administración pública, se apueste por una compra que beneficie al sector ecológico; esto sin olvidar una PAC más verde y agroecológica y subvenciones necesarias para que las certificaciones no perjudiquen a quienes hacen bien las cosas, sino que incidan en quienes contaminan. Porque no podemos dejarlo todo en manos de un consumidor que, con la crisis, llega, cada vez, con más dificultad a final de mes. Y necesitamos que este tipo de políticas se lleven a cabo desde todas las instituciones posibles. También desde las privadas y desde el sector empresarial. Como decía Bigas Luna, “pensar sólo en los beneficios es algo de garrulos”. Al sector empresarial le exigimos también que se decida de una vez por todas a abandonar las conductas petroadictas y que se lance sin lagunas a la economía verde y del bien común.
¿SOSTENIBILIDAD?
La agricultura ecológica ha vivido un gran progreso en Cataluña y en el estado español durante las últimas tres décadas: según los datos más recientes, el estado español está al frente del ranking europeo con más de 2,7 millones de hectáreas de la superficie agrícola útil destinadas a cultivos ecológicos certificados. Esto significa un notable proceso de evolución desde que, hace 40 años, el movimiento “bio” empezó a dar sus primeros pasos. Aunque, en los últimos meses, las macrogranjas hayan acaparado titulares y debates sobre la contaminación que llevan aparejada, en España hay muchos otros sectores que –aunque puedan estar quedándose en un segundo plano– apuestan firmemente por una transición verde. Es el caso de la agricultura ecológica, que desde hace cuatro décadas viene viviendo un gran progreso. Un progreso que conocemos de primera mano y del que hemos sido, en parte, protagonistas, tanto con Vida Sana como BioCultura. La grave coyuntura económica internacional (que podría empeorar) y la alta inflación (que todavía no ha tocado techo) podrían estar poniendo en peligro este proceso y su rapidez. Se han observado signos de estancamiento en el sector ecológico. Es hora, más que nunca, de una apuesta valiente y decidida por la alimentación ecológica por parte de un gobierno y de unas instituciones que no paran de hablar de sostenibilidad. Pero… ¿a qué sostenibilidad se refieren? Porque la única alimentación sostenible es, verazmente, el alimento ecológico, de proximidad, de temporada y cuanto más artesano mejor. Y, si es vegetal, mejor. ¿Todos hablamos de lo mismo cuando hablamos de sostenibilidad?
BIOCULTURA BCN
En este sentido, BioCultura abre puertas y da visibilidad al sector. Y en BioCultura se defiende la verdadera sostenibilidad. Esto es muy importante. Todas las empresas y todo lo que defiende la feria está certificado. No hablamos de “buenas intenciones”. Son estrategias viables, factibles, las que necesitamos. Las que ya están funcionando. Las que pide la UE. Las que el sentido común pide. Cuando empezamos, hace 40 años, todos nos tildaban de locos y querían hundirnos. Ahora, las grandes empresas de distribución nos copian y piratean. Pero nosotros vamos más allá de la simple certificación. No queremos que el sector ecológico copie las fórmulas del sector agroalimentario convencional, que ya hemos visto que son “pan para hoy y miseria para mañana”. Queremos ser la alternativa a un sector agroalimentario que ha traído contaminación a nuestros ecosistemas, intoxicación a nuestros cuerpos, crisis en el clima, despoblación en nuestros pueblos, caída de la diversidad, macrogranjas y sufrimiento animal… Hay una alternativa y se llama agroecología. BioCultura realiza un trabajo que debería estar llevando a cabo la Administración. Ven. Abrimos puertas. El futuro (y el presente) están aquí.