ALZHÉIMER: Consejos para la prevención / La enfermedad se dispara
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente a las personas mayores. Se caracteriza por el deterioro cognitivo como la pérdida de la memoria a largo plazo y la pérdida de las funciones ejecutivas, como la flexibilidad cognitiva y la planificación. La enfermedad de Alzheimer tiene un impacto significativo en la funcionalidad, que es la capacidad de una persona para llevar a cabo tareas cotidianas. Dependiendo del grado de afectación, también se pueden observar alteraciones de la conducta. Afecta a cada vez más personas en todo el planeta.
Los síntomas más frecuentes de la enfermedad de Alzhéimer son los relacionados con la pérdida de la memoria. Sin embargo, también se manifiestan otros signos como, por ejemplo, problemas del lenguaje, dificultad para realizar tareas cada vez más simples, desorientación en el tiempo, espacio y personas, pérdida del juicio propio, dificultad para tener pensamientos elaborados, pérdida de objetos, así como cambios en el estado de ánimo y en la conducta o pérdida de iniciativa.
EN ESPAÑA
La enfermedad de Alzheimer es la causa de demencia más frecuente en España. Según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año se diagnostican en nuestro país unos 40.000 nuevos casos, que se suman a los 800.000 españoles que ya padecen esta patología. Si tenemos en cuenta que muchos casos no se diagnostican, las cifras podrían ser incluso peores, y no sólo en nuestro país.
LA ENFERMEDAD SE DISPARA
Para quienes cumplen 65 años, la probabilidad de desarrollar Alzheimer es de aproximadamente 1 en 20 durante la próxima década. A los 75, ese riesgo aumenta a 1 en 7. Y para quienes llegan a los 85, la probabilidad se dispara a 1 en 3. Más de 55 millones de personas en todo el mundo padecen demencia. De las cuales entre el 60% y el 70% se estima que tienen Alzheimer. Cifra que se prevé que aumente a 139 millones para 2050 debido al envejecimiento de la población. La demencia tiene un impacto económico considerable. Se estima que su costo anual ronda los 818.000 millones de dólares (752.560 millones de euros), lo que equivale a más del 1% del producto interno bruto mundial. Para 2030, se espera que se duplique, superando los 2 billones de dólares (1,8 billones de euros). Además de los costos directos, la demencia implica gastos indirectos significativos. Como la pérdida de ingresos de los cuidadores y el impacto en la atención social informal.

CLAVES PARA LA PREVENCIÓN
Es importante prevenir. Aquí damos algunas claves…
-Controle la presión arterial alta. La presión arterial alta o hipertensión puede tener efectos nocivos en el organismo y aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular y demencia vascular y, por ende, tener consecuencias como mayor probabilidad de padecer Alzheimer.
-Controle la glucosa (azúcar) en la sangre. Los niveles de azúcar o glucosa sanguínea más altos de lo normal pueden provocar diabetes y aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, deterioro cognitivo y demencia.
–Luche contra el sobrepeso y la obesidad. Tener sobrepeso o ser obeso aumenta el riesgo de problemas de salud relacionados, como la diabetes y las enfermedades cardíacas. Y otras asociadas…
-Consuma una dieta ecológica y saludable. Coma alimentos frescos, de temporada, locales, más vegetales que animales, y ecológicos. Y crudos, en buena medida.
-Haga ejercicio. Combata las actitudes sedentarias. Hacer ejercicio moderado tiene múltiples virtudes para la salud, en general, y también para la salud mental.
-Hay que combatir el abatimiento mental. Incluso si tiene una edad avanzada, manténgase mentalmente activo. Juegos de mesa, leer, escuchar música, escribir, ser creativo, estudiar cosas nuevas… Todo ello es muy positivo para no padecer Alzheimer.
-Tenga vida social y huya de la soledad. Reunirse con los familiares, ver a los nietos, comer con los hijos, visitar a los hermanos, ir de compras con los amigos… Uno de los factores que más está disparando la enfermedad es la soledad no voluntaria de una gran parte de la población. No tenga una vida virtual.
-Cuide su salud. Evite cronificar los problemas. Vaya a la raíz de los desequilibrios. No deje su vida en las manos de las farmacéuticas ni del sistema sanitario y su prevalencia yatrogénica. Busque opciones naturales para problemas de salud. Escuche más de una opinión. Tenga hábitos saludables en su vida.
-Duerma bien. Dormir mal es un factor de riesgo para el Alzheimer. Hay mucha gente que duerme muy mal. Pero hay soluciones. Consulte a los especialistas. Determinadas hierbas, una higiene del sueño estricta, utilizar gafas o luces rojas por la noche, abandonar las redes sociales a partir de ciertas horas, evitar la contaminación electromagnética en el área de descanso… le ayudarán.
-Evite lesiones en la cabeza. Tome medidas para evitar caídas y lesiones en la cabeza, como cerciorarse de que su casa sea segura contra las caídas, y usar zapatos con suelas antideslizantes que apoyen completamente los pies. Considere participar en programas en línea o en su área para la prevención de caídas. Además, use cinturones de seguridad y cascos para protegerse de las conmociones cerebrales y otras lesiones en el cerebro.
-Abandone el alcohol y el tabaco. Detrás de muchos problemas de salud, también mentales, está la ingesta de alcohol. El cerebro es como una esponja. Años de consumo de alcohol acaban afectándole. Lo mismo ocurre con el tabaco. Son dos hábitos muy nocivos. Inciden directamente en todo tipo de enfermedades. Algunas de ellas pueden ser “anticipos” del Alzhéimer. Ambos hábitos pueden producir accidentes cardiovasculares. Y de ahí a la demencia y el Alzhéimer hay un paso. Se puede vivir perfectamente sin alcohol y/o sin tabaco. Tampoco consuma otras sustancias estupefacientes, sean legales o ilegales.
-Viva lejos del estrés. El estrés es muy, muy nocivo. Puede llegar a ser peor que una mala dieta. Está detrás de muchas enfermedades y muy dolorosas. Viva lejos del estrés físico, emocional, profesional, sentimental, familiar… No queremos decir que viva aislado/a. Simplemente, queremos decir que intente vivir en la sociedad con normalidad pero manteniéndose, siempre que se pueda, con distancia ante ciertas personas y situaciones notablemente tóxicas.
-Sea generoso/a. La generosidad, el altruismo, las conductas sociales positivas… tienen muchas virtudes y ayudan a sentirnos mejor con nosotros mismos y a relajar nuestra alma. Los estudios al respecto muestran datos significativos en este asunto.
-Practique yoga, meditación, etc. Este tipo de prácticas, como la oración o el silencio, son también muy positivas y tienen un efecto preventivo con respecto a diversos tipos de demencias.
-Procure vivir y mantenerse alejado/a de zonas contaminadas. Por obvias razones. También pueden tener un efecto negativa en las enfermedades mentales.
-Consuma cúrcuma habitualmente. Si es posible, en su versión ecológica. Recientemente, se ha reevaluado la actividad de la cúrcuma en diferentes procesos clínicos y sus posibles beneficios en la salud, observándose efectos anticancerígenos al enlentecer el crecimiento de algunos tumores, efectos antiinflamatorios y una importante acción antimicrobiana, antiviral y también contra algunos hongos, entre ellos la cándida albicans. Posiblemente la utilización más importante hasta el momento actual haya sido para el tratamiento de la gastritis y acidez de estómago. Por otro lado, la curcumina es el principal polifenol que se encuentra en el curry de cúrcuma, y su ingesta reiterada, como señalan las investigaciones recientes, puede prevenir o mejorar los procesos neurodegenerativos que cursan con deterioro cognitivo como en la enfermedad de Alzheimer y en la enfermedad de Parkinson y en las demencias en general.