ADOLESCENCIA/Sonia Castaño: “La adolescencia es mucho más que una crisis: es un despertar”
Sonia Castaño es coach y terapeuta familiar. Lleva más de 12 años acompañando a adolescentes, jóvenes y familias en procesos de autoconocomiento y transformación para lograr mejores relaciones familiares y personales. En un momento en que nuestra sociedad se desmorona, creemos muy oportuno invitarla a nuestra atalaya informativa.
–¿Cuál es, en la actualidad, el principal problema con el que se encuentran los adolescentes y sus familias?
-En la actualidad, son muchos l@s adolescentes etiquetados con un bajo rendimiento escolar, con el famoso y conocido déficit de atención, con desórdenes conductuales, conductas adictivas, atrapados en obsesiones, depresiones, etc. Pero el principal problema con el que nos encontramos no es ninguno de todos estos sino la incomprensión de considerar la adolescencia una enfermedad o un trastorno psicológico.
¿QUÉ HACER?
-¿Y qué podemos hacer?
-Lo primero que debemos hacer es cambiar la percepción que se tiene de la adolescencia. Es fundamental empezar a ver la adolescencia como un etapa esencial en el desarrollo de cualquier persona y crucial para su vida futura. Debemos comprender que el/la adolescente se encuentra frente a una enorme insatisfacción vital, frente a una peligrosa ruptura consig@ mism@ que l@ puede llevar a una fuerte crisis interior. La incomprensión de este importante acontecimiento en sus vidas nos amenaza con el peligro de encasillar a nuestros jóvenes en etiquetas en las que ellos no se reconocen, asfixiándolos y apagándolos, sin dejarles brillar con su propia luz.
-¿Qué crees que es lo más urgente?
-Es sumamente importante que, en este proceso de transformación, l@s adolescentes puedan disfrutar de su libertad como personas, descubriendo quién son por ell@s mism@s y no quién se les quiere obligar a ser. No debemos interferir en su desarrollo sino, todo lo contrario, favorecerlo y, desde un lugar respetuoso, debemos ofrecerles las herramientas necesarias para que puedan llegar a conocerse a sí mism@s. Debemos saber ver que cada un@ de ell@s es un camino único y reconocer su sabiduría y luz interior.
LA EDUCACIÓN
-¿Qué papel tiene la educación que reciben nuestr@s jóvenes?
-Como dijo Ernest Renan: “La clave de la educación no es enseñar, sino despertar”. Desafortunadamente, a dia de hoy, tanto la educación académica como la familiar que reciben nuestr@s jóvenes, todavía estamos lejos de poder decir que reciben una educación consciente que despierta sus mentes y sus almas. Educar va mucho más allá del mero hecho de transmitir y dar conocimientos. Se trata de ofrecer, al que aprende, los medios necesarios para que pueda abrirse al mundo y de orientarlo hacia el total desarrollo de sus posibilidades y potencialidades. Educar es guiar, o acompañar, desde la ignorancia al conocimiento, ayudar a sacar desde el interior hacia el exterior lo más valioso de cada uno. La finalidad de toda educación no debería ser otra que capacitar a nuestr@s jóvenes para que en un futuro, no muy lejano, puedan vivir una vida plena y con sentido.
-¿Y en qué punto nos encontramos hoy?
-Queda todavía mucho recorrido por hacer. La educación sigue preocupándose demasiado de la producción y los éxitos económicos en lugar de poner su foco en los procesos de realización personal y autoconocimiento. Estamos frente a un sistema educativo, erosionado y obsoleto, que parece resistirse a la posibilidad de cambio que la misma situación está pidiendo a gritos. Pero también es cierto que debemos reconocer que no todos los problemas vienen de las aulas o el sistema educativo. No debemos olvidar que muestro sistema educativo es, a la vez, el reflejo de nuestra sociedad, tanto en sus virtudes como en sus defectos. Afortunadamente, nuevas miradas están apareciendo y cada vez van cogiendo más fuerza. Es necesario que las tomemos como una oportunidad y, a la vez, un desafío.
-¿Qué debemos hacer para poder llevar a cabo una educación consciente?
-Lo primero es que l@s adult@s nos hagamos cargo de lo nuestro, sanando nuestras heridas, para poder empezar a mirar a nuestr@s hij@s o alumn@s desde un nuevo lugar, un lugar más consciente. Sólo desde ese nuevo lugar podremos ofrecer una verdadera educación consciente como madres, padres o educadores.
MADRES Y PADRES
-Y las madres y los padres, ¿qué dicen?
-Frecuentemente, en consulta, me encuentro con much@s madres y padres que vienen diciendo que sus hij@s adolescentes, o casi adult@s, tienen problemas, que no avanzan hacia adelante con su vida. Lo primero a que l@s invito es a que se miren a sí mism@s y, muchas veces, me encuentro con cierto rechazo y resistencia. Desde la mirada sistémica familiar sabemos que todo aquello que se vive íntimamente e intensamente en uno… repercute en todos los miembros de la familia. Es muy fácil decir que nuestros hijos tienen problemas sin querer responsabilizarnos de la parte que nos toca. Debemos tomar consciencia de que ejercemos una influencia en nuestro entorno más cercano. “Así como estoy yo, así está mi entorno” y “así como está mi entorno, así estoy yo”. Nuestros hij@s son el resultado de muchas circunstancias, algunas muy evidentes y otras no tanto. Son esas circunstancias que permanecen ocultas las que debemos mirar y desvelar.
-¿Qué nos aporta la mirada sistémica familiar?
-La mirada sistémica nos permite acceder a la visión de una realidad más amplia que la realidad que ven nuestros ojos a simple vista. Nos enseña a poder ver a las personas, los acontecimientos y todo lo que nos rodea con una nueva mirada que nos descubre nuevas realidades que permanecían ocultas hasta ese instante. Esas realidades que aparecen no son nuevas, siempre estuvieron ahí, pero no podíamos verlas y, por lo tanto, tampoco captarlas.
-¿Qué sucede en la adolescencia?
-En la adolescencia aparece el primer interrogante sobre nosotr@s mism@s: ¿Quién soy? Este interrogante tiene lugar cuando lo heredado ya no nos es útil y queremos responder a este gran interrogante con nuestra experiencia personal dando así comienzo al inicio de nuestra liberación y búsqueda interior. Hasta este instante el/la adolescente era “el hijo de”, “el nieto de”, “el hermano de”, pero ahora se siente llamad@ a ser él mismo, se siente llamado a llevar a cabo una autotransformación donde quiere asumir su propia condición para poder tomar conciencia de sus propias fuerzas y capacidades.
TRANSICIÓN
-¿Y qué es los más importante para esta transición?
-En este momento crucial, el/la adolescente debe encontrar la valentía de existir y de fortalecerse de forma interior. Es en su interioridad donde se encuentra todo su potencial. Este es el verdadero proceso de transformación y de transición hacia el adulto que será mañana, intentando liberarse de todos los condicionamientos externos. Debemos poder lograr con nuestro acompañamiento que l@s adolescentes y jóvenes puedan proyectarse más allá de ese interrogante inicial: ¿Quién soy? Y que puedan ir más allá de sí mism@s para que puedan preguntarse: ¿Quién quiero ser? Así es como podrá abrirse ante ell@s un verdadero camino de desarrollo y autoconocimiento.
-Entonces, ¿qué es para ti la adolescencia?
-La adolescencia es mucho más que una crisis o una etapa difícil y retadora. Para mí, es un despertar, es la emergencia de una nueva conciencia y el inicio de una poderosa transformación que, en algunos casos, puede conllevar una crisis. El/la adolescente se encuentra en una etapa de profunda transformación que será vivida con gran intensidad. Tiene que encontrar su lugar entre el ya no soy un niño/a y el todavía no sé qué soy y es en esta transición que aparece el anhelo de búsqueda y descubrimiento que todos llevamos dentro, emergiendo así nuestra potencialidad. -Este es sin duda el momento idóneo para ofrecer las ayudas y herramientas necesarias para que el/la adolescente pueda emprender el viaje de la vida, que no tiene otro destino que conocerse a sí mismo.